Videoblog Belleza: Pestañas postizas y rizadores de pestañas

Videoblog de belleza especial pestañas

Hace unos años tuve la oportunidad de pasar unas vacaciones en el Caribe y pude comprobar que la mezcla de pelo largo, salitre y humedad constante tiene unos resultados devastadores en cualquier intento de llevar lo más parecido a un peinado digno. Las que al igual que yo hayáis visitado aquellos lares con la ingenua esperanza de que la plancha de alisar sirva de algo por allí sabéis perfectamente de lo que hablo.

El caso es que llegué a la conclusión de que las vacaciones no están para malgastarlas preocupándonos por el pelo, y me decidí a hacerme las típicas trencitas en toda la cabeza para no tener que volver a peinarme hasta que volviera a casa.

Me tocó escuchar todo tipo de advertencias al respecto: que si el pelo se pudre, que si se cae una barbaridad Hice caso omiso y disfruté del resto del viaje del privilegio de poder olvidarme por completo de mi melena  pantojil sin tener que cortármela. 

Al llegar de las vacaciones y quitármelas noté que efectivamente se desprendían muchos cabellos al deshacer las trenzas, pero el sentido común me hizo darme cuenta de que era el pelo que se me había ido cayendo de forma natural durante el tiempo que las llevé puestas, pero que al estar trenzado no había podido desprenderse al ritmo habitual.

Os preguntaréis que por qué os estoy contando todo esto cuando el título del post prometía hablar mucho sobre pestañas, y es porque con el tema de las pestañas postizas me ha pasado algo parecido.

Pestañas postizas

Cuando empecé a experimentar con ellas para grabar el videoblog mucha gente me advirtió de que mis pestañas se caerían al despegarme las postizas, o que incluso acabarían terriblemente debilitadas. Probé modelos diferentes de muchas marcas hasta que acabé convenciéndome de que efectivamente las de MAC son las mejores.

Después de un par de semanas usando pestañas postizas casi a diario, cuando dejé de usarlas me pareció que efectivamente mis pestañas estaban menos espesas y más cortitas, aunque yo no había notado que se me cayeran al despegar las postizas ni nada parecido. Alarmada, busque una foto de mis pestañas sin maquillar de antes de empezar a usar las postizas y comprobé perpleja que estaban exactamente iguales.

Lo que me había pasado era que después de tantos días seguidos acostumbrada a verme con unos pestañones como los de los anuncios de L’Oréal, volver de repente a las mías era casi deprimente. Y creo que esto mismo es lo que le debe de haber pasado a muchas chicas de las que afirman que sus pestañas estaban mucho peor después de usar las postizas.

Aunque son totalmente adictivas el proceso de colocación hace de las pestañas postizas un accesorio reservado más para ocasiones especiales, así que yo decidí suplirlas en mi día a día con el uso del rizador de pestañas. Probé distintas marcas con resultados muy diferentes (¡algunas directamente sin ningún resultado!) y al final me quedo con el de Shiseido. No es de los más baratos (26 euros) pero riza las pestañas. De verdad.

Me he acostumbrado a este pequeño gesto dentro de mi rutina diaria, incluso en las ocasiones en las que ni siquiera me aplico rímel o solo me pongo un poco de rímel transparente, porque es una forma fácil de agrandar los ojos sin tener que perder luego mucho tiempo a la hora de desmaquillarse.

Os dejo con los dos vídeos al respecto que grabé para el videoblog de Primeriti. Si tenéis cualquier duda podéis preguntármela aquí o en Twitter, y si queréis ver de un solo vistazo todos mis vídeos podéis encontrarlos en este tablón de Pinterest.

12 respuestas a “Videoblog Belleza: Pestañas postizas y rizadores de pestañas”

  1. Yo tengo las pestañas muy (pero que muy) rizadas, y por tanto no necesito el rizador; pero, de tan rizadas, parecen muy cortitas; así que el año pasado me decidí a probarlas… y ahora soy una adicta. Tienes razón: cuanto más las usas, más destreza adquieres.

    No las uso cada día porque me levanto muy temprano parar ir a trabajar; pero se han convertido en un accesorio más cuando me maquillo los días de fiestsa o para asistir a cenas, eventos y demás.

    Me apunto el truquito de poner el dedo índice por encima de las pestañas postizas a la hora de aplicar el rímel, que no lo conocía.

    Gracias por el post!

    Un beso.

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  2. […] Mi adicción por las pestañas postizas no es ningún secreto, aunque con los madrugones y el ritmo de vida que llevo últimamente por culpa del trabajo ya no las uso tan a menudo como a mí me gustaría. Ahora las pestañas postizas han pasado a ser patrimonio prácticamente exclusivo de los fines de semana y otras fiestas de guardar, pero como no me resulta fácil resignarme de perder el volumen y la longitud a la que ya me había acostumbrado en mi día a día echo mano de un truco de lo más práctico que me permite lucir unas pestañas largas y espesas en menos de un minuto. […]

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  3. […] Lo que entendemos por belleza natural no es la aceptación plena y sin reservas del cuerpo que nos ha tocado en suerte sin necesidad de hacerle ningún cambio, por mucho que a nosotros nos guste convencernos de lo contrario. Es simplemente un canon más, producto de la época que nos ha tocado vivir. Del mismo modo que en el Barroco el ideal femenino lo representaban las mujeres de curvas rotundas de Rubens. Es posible que, cuando en el futuro se estudie el ideal de belleza de principios del siglo XXI, a los interesados en el tema les haga mucha gracia el reto al que nos enfrentamos hoy en día las féminas para estar perfectas pero sin que parezca que nos importa demasiado. Sentimos la presión de tener que etiquetar con #nofilter y #nomakeup nuestras fotos de Instagram, pero antes de eso nos hacemos una sesión de microblading o nos ponemos extensiones de pestañas. […]

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