No recuerdo dónde leí por primera vez sobre la teoría de la percha, pero creo recordar que fue en Sujeto de pruebas. Posiblemente ya la hayáis oído en alguna ocasión: se trata de no comprar ni una sola percha más de las que ya tienes en el armario, de modo que cada vez que compres una nueva prenda alguna de las que ya tenías tenga que abandonar su lugar para dejar espacio a la nueva.

A mí personalmente me ha resultado muy útil porque hace que reflexione antes de cada nueva compra sobre el partido que le podré sacar y sobre si se merece desplazar a alguna de las prendas que ya habitan en mi guardarropa.

Como esta primavera me toca ir de invitada a una boda me ha llegado el momento de enfrentarme al dilema de comprar un vestido de fiesta. Digo dilema porque para que esto de la teoría de la percha no sea demasiado tortura siempre que tengo que comprar un vestido de fiesta intento buscar uno que pueda volver a lucir para un look más casual, que no hay nada peor que ir acumulando vestidos de cóctel de esos que al final solo te pones una o dos veces. 

Al final me he decidido por este vestido de Compañía Fantástica en color lapislázuli. Para la boda he pensado en combinarlo con unas sandalias con plataforma (como las de la imagen, de Buffalo), una cartera de mano y algunas piezas de bisutería, todo en dorado.

Y creo que además podré sacarle partido durante el resto del verano si lo combino con unas sandalias planas y algún bolso algo menos formal.

¿Qué os parece mi elección? Si os gustan las propuestas podéis encontrar todos los zapatos en Zalando, al igual que los bolsos y el vestido.