Reconozco que cuando empezó el boom de las BB Cream me sentí bastante frustrada. Enseguida me lancé a la aventura de probarlas, y a pesar de que encontré alguna que al principio me daba buenos resultados al final siempre tenía problemas o bien con la aparición de brillos típicos de la piel mixta o grasa, o bien lo que ocurría es que el exceso de siliconas de este tipo de productos me taponaba los poros y acaban apareciendo granitos y espinillas.

Y me daba mucha rabia porque estaba deseando encontrar un producto ligero que me permitiera prescindir de la base de maquillaje esos días en los que solo buscaba un look natural de efecto buena cara (porque por lo visto parece que a partir de cierta edad el look de buena cara es lo menos natural del mundo).

Al final llegué a la conclusión de que ninguna BB Cream o base de maquillaje se adapta tan bien a nuestro rostro como nuestra hidratante favorita. Todos tenemos una crema hidratante o anti edad que sabemos que nos sienta de maravilla, y que mantiene los brillos a raya si tenemos la piel grasa, o que nos la deja hidratada y flexible si la tenemos seca o con marcas de expresión. Así que el quid de la cuestión estaba en hacernos una BB Cream partiendo precisamente de esa crema hidratante. 

¿Cómo? Os lo cuento en mi nuevo vídeo para Cosmopolitan TV.

Este vídeo se lo quiero dedicar a Rocío de Balneario Cuatro Lunas porque también es un poco bruja como yo y parece que a veces tenemos telepatía a la hora de experimentar con potingues. Os recomiendo que visitéis su página de Facebook ya que siempre comparte un montón de mascarillas y trucos caseros muy interesantes.