Los viernes son el día perfecto para un plan de chicas, y si te faltan ideas para pasar una tarde con tus amigas apunta este: ¡beauty party en las Termas de Ruham de Logroño! Eso precisamente fue lo que hice yo el viernes pasado en compañía de Beatriz, Angélica, Inma y Bianca, y la verdad es que lo pasamos en grande.

Un cumpleaños, una despedida de soltera o simplemente ganas de pasar el rato en compañía de tus amigas favoritas son la excusa perfecta para contratar una beauty party de este tipo. Se puede elegir entre distintos menús y tratamientos con diferentes precios por persona. 

El nuestro incluía sesión de ictioterapia, masaje relajante de pies y piernas, y manicura o pedicura con los esmaltes Vinylux de CND. Todo aderezado con copas de cava, mojitos y pasteles. Y como son fiestas privadas en las que se cierra el recinto para las asistentes no hay pudor a la hora de desafinar en el karaoke que tienen allí instalado. 😛

Reconozco que cuando llegué al centro (en la c/ Huesca nº 22 de Logroño) estaba un poco escéptica sobre todo con el asunto de dejar que un montón de pececillos me mordisquearan los pies. Pero pasadas las cosquillas iniciales debo reconocer que estos pequeños garra rufa se encargaron de dejarme los pies más suaves que un guante.

Me gustó muchísimo el olor y la textura de la crema que usaron para el masaje de piernas y de manos, con aroma de mango y coco, así que he decidido volver a pasar por allí para hacerme con un bote para tener en casa.

Para la manicura usaron los esmaltes de la gama de Vinylux de CND. Hacía tiempo que tenía ganas de probarlos para ver si de verdad duran tanto como dicen. Pero por culpa de mis uñas, que se abren y descaman por los bordes, al segundo día ya las tenía descascarilladas como me suele ocurrir con la mayoría de esmaltes de cualquier marca (de momento los únicos que me duran de forma aceptable son los de manicura semi permanente de Gellack y los esmaltes mate de IsaDora de los que ya os hablé en este otro post).

Es una pena que no me hayan durado más, porque el tono (Decadence) me encantaba y estaba dispuesta comprármelo para hacerme la manicura en casa. Pero bueno, es mi maldición particular y ya estoy hecha a la idea.

En resumen, fue una tarde de lo más divertida en la que disfruté de mimos y tratamientos de belleza en muy buena compañía, y quiero dar las gracias a Kiara y Noelia por lo atentas y simpáticas que fueron con nosotras.