Lenovo Yoga Slim 7: unboxing y primeras impresiones

Yoga Sllim 7 unboxing miniatura 2

La pandemia por la que el 2020 va a pasar a la historia ha afectado a nuestras rutinas de trabajo de muchas formas distintas. Hay quienes de repente se han visto obligados a montarse una oficina improvisada en el salón o en la cocina, o quienes viajábamos de forma regular para asistir a eventos y ahora nos arrepentimos seriamente de no haber invertido a tiempo en Zoom, dado que prácticamente todos esos eventos han pasado a celebrarse de forma virtual.

Pero si algo tenemos en común todos los que de alguna manera podemos trabajar desde casa es lo mucho que la tecnología nos ha facilitado la tarea. No quiero ni imaginarme lo que hubiera sido tener que pasar por una situación así hace quince o veinte años, cuando internet era aún una dimensión un tanto abstracta y limitada o las video llamadas algo que aún nos sonaba lejano o incluso a película de ciencia ficción. Qué complicado hubiera sido entonces organizarse en la distancia con los compañeros de oficina, o qué difícil habría resultado la situación para los que vivimos lejos de la familia y de los amigos.

Supongo que muchos también se han dado cuenta de lo importante que es contar con el dispositivo adecuado para nuestro tipo de trabajo o para nuestros estudios. A muchas familias el primer confinamiento les pilló con un solo ordenador en casa que tenían que compartir padres que teletrabajaban con hijos que daban clases online, y que en muchas ocasiones tenían que apañarse la mayor parte del tiempo con móviles o tabletas antiguas que tenían por ahí.

Esta segunda ola en cambio sí que la veíamos venir, y prueba de ello ha sido la dificultad para comprar, tanto online como en tiendas físicas, ciertos equipos que por su combinación de especificaciones y precio ajustado suponían una opción versátil y atractiva para diferentes tipos de usuarios. Y precisamente un ejemplo de ello es esta versión del Yoga Slim 7 de Lenovo con procesador AMD: desde su fecha oficial de lanzamiento las unidades que iban saliendo a la venta a través de distintos distribuidores desaparecían en cuestión de pocas horas dejando tras de sí un aviso de agotado. Tan solo las versiones con procesadores de Intel parecían ser más fáciles de conseguir, pero su precio superior y las comparativas de rendimiento que han proliferado en internet (y que no las dejan en buen lugar con respecto a las versiones que equipan chips de AMD), han hecho que siendo dispositivos tan parecidos la aceptación haya sido muy diferente.

Llevo algo más de una semana utilizándolo como mi equipo personal, pero ya desde el primer día entendí todo el hype que lo rodea: el Yoga Slim 7 con procesador AMD es un lobo con piel de cordero. Es tan delgado, estilizado y silencioso que a simple vista puede dar pie a engaño y hacernos pensar que no es el tipo de portátil capaz de desempeñar tareas pesadas. Pero nada más lejos de la realidad.

Durante estos días lo he puesto a prueba editando vídeo, utilizando de forma continuada varios programas simultáneamente e incluso jugando a títulos ligeros, y este portátil ha aprobado con nota y sin apenas despeinarse en el proceso. La única pega que se me ocurre de momento es que no tenga ranura para tarjeta SIM, lo que lo convertiría sin lugar a dudas en uno de los mejores ultraportátiles de este año para trabajar desde cualquier sitio. Pero teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros vamos a estar cerquita del router durante lo que queda de año y parte del que viene, supongo que tampoco es una prioridad.

He hecho un vídeo con el unboxing que grabé el día que lo recibí y mis primeras impresiones tras la primera semana de uso. ¡Espero que os guste!

NOTA: Lenovo me ha enviado esta unidad del Yoga Slim 7 para que la pruebe y escriba sobre ella, pero mi opinión sobre el dispositivo es totalmente libre e independiente.

5 respuestas a “Lenovo Yoga Slim 7: unboxing y primeras impresiones”

¿Charlamos sobre esto?

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.