
Fast fashion: contaminante para el medio ambiente y tóxica para tu piel
Es muy difícil decir no a la fast fashion, del mismo modo que es difícil resistirse a devorar de vez en cuando un Big Mac o similar con sus consiguientes patatas fritas. Sabes que es malo para tu salud y para tu dieta, pero la justificación de que es barato y la facilidad con que lo podemos conseguir disipan todo rastro de culpabilidad incluso antes de que nos dé tiempo de sentarnos a la mesa.
En lo referente a la ropa hay incluso más factores que nos empujan a olvidarnos de las consecuencias de comprar demasiado barato. Por un lado el ritmo incesante y exigente al que cambian las tendencias. Hemos pasado de tener cuatro temporadas al año a tener cadenas que sacan nuevas colecciones prácticamente cada mes, o incluso a veces cada semana, a una velocidad que es también difícil de seguir tanto para quienes disfrutan de ir siempre a la última como para marcas más pequeñas, que no dan abasto para producir a la misma velocidad que las grandes. Leer Más