¡Mi primer vlogmas!

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Me encanta la Navidad y me encantan los Vlogmas. Respecto a la Navidad, creo que deberían durar al menos hasta finales de enero. Así se nos haría mucho más llevadero el invierno a base de luces de colores y música azucarada. Creo que muchas tiendas y centros comerciales comparten secretamente esta aspiración mía, por eso han ido adelantando cada vez más lo de poner los adornos, hasta tal punto que es recoger las calabazas de Halloween y a los cinco minutos plantar el árbol de Navidad.

Y como ya no se puede adelantar más la cosa por culpa de Halloween yo creo que a partir de ahora lo mismo empiezan a inventarse excusas para seguir alargándola más allá del Día de Reyes (que ya hay que reconocerle el mérito a España de alargar la Navidad durante la primera semana de enero, cuando en muchos otros sitios el día después de Año Nuevo ya están desmantelando el portal de Belén).

Respecto a los Vlogmas, que tal y como os decía en el encabezado del post también me encantan, siempre he fantaseado con tener tiempo suficiente para organizarme y subir vídeos diarios durante el mes de diciembre tal y como veía hacer a muchos de mis youtubers favoritos, pero siempre acababa diciéndome que quizá el año que viene. Leer Más

House of Marbles Torquay

House of Marbles: un viaje nostálgico a los juguetes del pasado

House of Marbles en Devon

Están a punto de cumplirse ya dos meses desde aquel post que os escribí desde una de las cubiertas del ferry rumbo a Plymouth. Y, aunque estás últimas ocho semanas han sido tan intensas que no acabo de creerme que solo hayan sido ocho, ya puedo decir que estoy más que adaptada a la vida en Torquay.

Las tres principales preocupaciones que atañían a todos a quienes comentaba mis planes de pasar una temporada en tierras británicas —el clima, el idioma y la comida— al final no han sido para tanto. Respecto al clima, de momento no me puedo quejar: apenas ha llovido en estos dos meses, e incluso ha llegado a hacer calor suficiente como para disfrutar de las increíbles playas de esta preciosa zona conocida como Torbay.

En lo referente al idioma reconozco que los primeros días me sentía dura de oído. No me costaba expresarme, pero entender al 100% todo lo que me decían era misión imposible muchas veces. Pero dicen que la mejor forma de aprender un idioma es teniendo que comprar el pan todos los días en el país en el que lo hablan, así que creo que voy bien encaminada. Si os estáis planteando aprender inglés mi consejo es que —una vez que tengáis unas nociones decentes de gramática— quedéis con nativos para conversar. O que vayáis a una academia donde la conversación se trabaje lo suficiente (si estáis en Barcelona podéis echar un ojo a CallanSchool). Porque a andar se aprende andando, y a hablar inglés, hablándolo. 😉

El mejor desayuno en Torquay

Y respecto a la comida, ¡no os voy a engañar, echo un poco de menos la dieta mediterránea! Pero hay que reconocerles a los ingleses que saben cómo hacer unos desayunos espectaculares.

Visitando House of Marbles

Además Devon es una zona preciosa, llena de atracciones turísticas, restaurantes de todo tipo y rincones curiosos que descubrir. Este fin de semana hemos estado en un lugar llamado House of Marbles (la Casa de las Canicas).

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Está a unos veinte minutos en coche de Torquay, cerca de un pueblo llamado Bovey Tracey. Allí se pueden visitar tres pequeñas exposiciones: una de juguetes antiguos, otra de cerámica y, como no, una de canicas donde encontraremos varias carreras de canicas —no estoy muy segura de si es la mejor forma de traducir marbles run—. Se trata de recorridos laberínticos por los que se van deslizando canicas con solo pulsar un botón. Un espectáculo hipnótico capaz de hacerte perder la noción del tiempo.

Marble run

Big marble run

En los expositores encontramos cosas muy peculiares. Me llamó particularmente la atención una caja llena ¡de ojos de cristal!

Caja con ojos de cristal en House of Marbles

Ajedrez de bolsillo

Y este ajedrez portátil que veis sobre estas líneas me pareció de lo más ingenioso. Había vida mucho antes de los smartphones y las videoconsolas portátiles. 😛

Pero el plato fuerte del lugar es el hecho de poder ver a los artesanos trabajando el vidrio para dar forma a todas esas maravillas que luego se pueden comprar en la tienda. Eso sí, en la sala en la que trabajan hace calorcillo, así que si tenéis previsto visitar el lugar os aconsejo que llevéis una camiseta de manga corta debajo para que no os pase como a mí, que casi salgo de allí como de la sauna de lo abrigada que iba.

House of Marbles

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Las instalaciones incluyen también un pequeño restaurante del que no puedo hablaros mucho porque nosotros terminamos la visita antes de la hora de comer.

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Y por supuesto, nos encontramos también con una tienda de dos plantas donde comprar, desde ropa, accesorios y piezas decorativas de vidrio, hasta, como no podía ser de otra forma, canicas de todo tipo y juguetes de inspiración nostálgica.

Juguetes en House of Marble

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En el camino de vuelta pasamos de casualidad por delante de Seale-Hayne y aprovechamos para ver una exposición de ilustraciones de los libros de Harry Potter que justo terminaba el domingo. Fue allí donde aproveché para hacerme esta divertida foto a punto de coger la Snitch dorada.

Illustrating Harry Potter

Este año (obviamente) no he podido asistir a la semana de la moda en Madrid, pero la he estado siguiendo desde la distancia como corresponde a toda blogger de moda que se precie, y en el último post del COSMOJurado os cuento lo que más me ha gustado y lo que no me ha gustado tanto. Podéis leerlo en este enlace.

Mi MacBook ha muerto

No hay bien que por mal no venga…

El puerto de Torquay
El puerto de Torquay es precioso hasta en los días nublados

No llevo ni una semana en Inglaterra, pero no me ha dado tiempo de aburrirme lo más mínimo. Nos quejamos mucho de la burocracia española, pero lo cierto es que la británica no se queda muy atrás. A veces, en medio de algún trámite, es inevitable terminar dentro de un bucle absurdo e infinito. Como que te exijan tener una cuenta bancaria inglesa para poder alquilar un piso, pero que al mismo tiempo te exijan demostrar que vives en un piso en Inglaterra para poder abrir cuenta en el banco. Una cosa muy loca.

Y por si el tema de la burocracia no fuera diversión suficiente, mi MacBook Pro ha decidido que este era el mejor momento para morirse. Mi MacBook Pro es mi herramienta fundamental de trabajo. Lleva conmigo cuatro años. Tuve la mala suerte de que pertenece a ese grupo de MacBooks de finales de 2011 que traían problemas de fábrica por culpa de las soldaduras de la tarjeta gráfica dedicada a la placa base. Leer Más

Saliendo de mi zona de confort

Saliendo de mi zona de confort

Os escribo estas líneas desde una de las cubiertas del Pont-Aven, el Ferry que hace el trayecto desde Santander hasta Plymouth. A diferencia de mi travesía a bordo del Costa Fascinosa de hace unos meses, en esta ocasión no se trata de un viaje de vacaciones. Mi coche va en una de las bodegas, cargado con varias maletas y mi material de trabajo —portátiles, un par de focos y trípodes y demás cacharrería de videoblogger—.

Mientras preparaba el equipaje no estaba segura de ser capaz de simplificar lo suficiente como para llevarme solo lo estrictamente necesario, pero al final lo he conseguido. Como mujer en general y bloguera de moda en particular, me ha costado lo indecible despedirme —aunque solo sea de forma temporal— de muchos de mis bolsos y zapatos favoritos: ¡todo un drama!

Pero lo mejor de ser nómada digital es lo poco que hace falta para dar el salto y empezar de cero en otra ciudad, en otro país. Hace falta poco de lo material, pero también hace falta mucho de otras cosas: valor, ilusión, ganas de pasarlo bien, de aprender y de reinventarse. Y quizá también un poco de temeridad.

Embarcando en el Ferry a Plymouth

Porque está muy de moda hablar de aquello de salir de la zona de confort, pero una cosa es hablar de ello y otra muy distinta liarse la manta a la cabeza y acatarlo con todas sus consecuencias. Y eso es precisamente lo que he querido hacer yo ahora que me ha surgido la oportunidad de pasar una temporada en Inglaterra, concretamente en Torquay.

Algunas cosas no cambiarán: seguiréis viendo mis Cosmoclips cada semana, y seguiré publicando por aquí como siempre y viajando a Madrid de forma regular. Pero os encontraréis en la sección de viajes del blog nuevos posts en los que os mostraré los rincones con encanto que vaya descubriendo en Torquay y en otros pueblecitos y ciudades de la zona.

Pero sobre todo lo que quiero hacer es centrarme en escribir, porque desde hace unos meses estoy trabajando en una idea que me rondaba la cabeza para una pequeña novela, pero con el ritmo de vida que llevaba no encontraba ni el tiempo ni la concentración necesaria para dedicarme a ello.

Así que ese es mi plan de vida para los próximos meses: escribir, descubrir la zona suroeste de Inglaterra y desempolvar un poco mi inglés antes de que termine por oxidárseme del todo. Y os iré contando todos los detalles por aquí, por si os apetece acompañarme en este viaje.