Vestidos de fiesta para mujeres orgullosas de sus curvas

Vestidos de fiesta ASOS Curve 02

Hasta hace unos años entrar a una tienda de tallas especiales era algo estigmático que se hacía casi escondidas. Hartas del martirio que suponía buscar un vestido de la talla 46 entre las perchas de las marcas más populares, muchas mujeres se resignaban y se decidían a cruzar el umbral de una de esas tiendas que ondeaban un rótulo de Tallas especiales por bandera. Y lo hacían no sin cierta vergüenza, como si se sintieran culpables por no haber completado con éxito la absurda misión impuesta por la presión social de encajar entre las tallas bien vistas según el criterio de la revista Vogue.

Recuerdo que en Córdoba, cerca de la Plaza de las Tendillas, había una de estas tiendas. No sé si a día de hoy sigue allí. Recuerdo también que la ropa que lucían los maniquíes del escaparate era bonita, aunque también es cierto que parecía enorme comparada con la ropa de la talla 34 que suele actuar de reclamo en los escaparates de marcas como Zara, Benetton y compañía.

Pero lo que más me sorprendía era que esta tienda no tuviera ni la décima parte de la afluencia que otras que se empeñaban vilmente en marcar en la 44 el límite de las tallas normales, a pesar de que muchas de las clientes sobrepasaban dicha talla.  Leer Más

Moda Hombre: Cómo derrochar estilo con una trenca

Zalando trencas

Hay muchas cosas por las que pueden quejarse los hombres respecto a las mujeres: que si invadimos todo el cuarto de baño con nuestros mil potingues mientras que a ellos solo les dejamos una triste estantería, que si nunca estamos listas para salir cuando ellos ya nos esperan con el abrigo puesto en la puerta… Pero si en algo tienen más razón que un santo es en eso de que la moda no los quiere bien.

Porque por mucho que la moda para hombre avance, nunca llegarán a tener a su disposición ni la décima parte de las combinaciones posibles que tenemos nosotras. Y esto, como toda moneda, tiene su cara y su cruz, sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. La parte negativa, que es de la que se quejan con toda la razón del mundo, es que no tienen tanto para elegir como nosotras. No hace falta ser ningún lince para darse cuenta de ello, basta con echar una ojeada rápida a lo que se cuece en las pasarelas.

Pero la parte buena, buenísima diría yo, es que resulta infinitamente más sencillo hacerte un fondo de armario que resista los vaivenes de las tendencias si eres un hombre. Lo arriesgado de ir de moderno es que enseguida se queda uno pasado de moda, y en el caso de los hombres eso es más fácil de evitar, puesto que al haber menos distracciones de tendencias efímeras puede uno concentrarse mejor en encontrar su propio estilo.  Leer Más