
Ya he llegado a una edad en la que resulta inevitable que antes o después los ciclos de la moda terminen llevándome de vuelta a lo que ya me puse o me negué a ponerme durante mi adolescencia, y eso es lo que me ha pasado exactamente cuando hoy he descubierto que esta primavera volverán a llevarse los zapatos náuticos.
Desde mi punto de vista, se trata de un tipo de calzado que carece de sentido más allá del ámbito para el que fueron creados: la práctica de deportes náuticos. En los modelos originales de principios del siglo XX, la suela era de caucho antideslizante con cortes en zig-zag que se abrían al andar y que escupían el agua, y estaban fabricados en cuero muy flexible y resistente al agua salada. Una descripción que nos permite hacernos a la idea de que unos náuticos están tan fuera de lugar en un colegio de la sierra cordobesa, como unas katiuskas en medio del Sahara. Leer Más