Cómo arreglar una cremallera atascada
Las cremalleras tienen la mala costumbre de atascarse en ese preciso instante en el que más prisa por vestirte tengas. Es pura ley de Murphy. Y si uno no se anda con cuidado el desaguisado que se puede armar intentando desatascar la cremallera en cuestión puede ser memorable —en otra ocasión os contaré una anécdota que implicó en su momento una boda, un maravilloso vestido de tul, una cremallera maligna y muchísimos nervios—.
Afortunadamente hay remedios caseros para casi todo en esta vida, y me ha parecido oportuno reunir en mi Cosmoclip de esta semana los que creo que son de más ayuda a la hora de enfrentarse a una cremallera peleona. Os cuento también un par de truquillos extra: uno para evitar que las cremalleras de los vaqueros se abran sin que nos demos cuenta y otro para abrocharnos fácilmente las prendas con cremallera en la espalda aunque no tengamos los brazos demasiado flexibles. ¡Espero que os gusten! 😀