10 blogs de moda con muchas curvas es uno de los posts más visitados de mi blog y por algo será. Está claro que cada vez son las mujeres que no encuentran lo que buscan en el abanico habitual de tallas de las marcas más comerciales, pero que no por ello se resignan a vestir de cualquier manera.

Hasta hace poco no entrar en el canon estético promulgado de forma silenciosa pero efectiva por los medios y marcas de moda era sinónimo de tener que vestir como si una tuviera veinte años más. Parecía inevitable tener que renunciar a seguir las tendencias. Pero las blogueras de las que os hablaba en aquel post demostraban todo lo contrario: que el estilo no viene determinado por un número impreso en una etiqueta, y que con un poco de talento y de paciencia para rebuscar en tiendas y webs específicas cualquier mujer puede derrochar estilo sin tener que renunciar a sus curvas.

Justo hoy me he encontrado con este artículo en el que hablan de la reflexión de una mujer feminista árabe, Fatema Mernissi, sobre la esclavitud -muchas veces auto impuesta- que sufrimos las mujeres occidentales con la talla 38 y con esta interminable carrera por seguir pareciendo eternas adolescentes. Al igual que a otras muchas mujeres a Fatema le tocó sufrir el desdén de las dependientas cuando trataba de encontrar una falda de talla 46-48 en unos grandes almacenes estadounidenses.

«A diferencia del hombre musulmán, que establece su dominación por medio del uso del espacio (excluyendo a la mujer de la arena pública), el occidental manipula el tiempo y la luz. Este último afirma que la mujer es bella cuando aparenta catorce años y al dar el máximo de importancia a esa imagen de niña y fijarla en la iconografía como ideal de belleza, condena a la invisibilidad a la mujer madura.» (Fatema Mernissi)

Esta y otras reflexiones respecto a la violencia simbólica quedan reflejadas en un capítulo de su libro El harén en Occidente, que aún no he tenido ocasión de leer pero que ya está anotado en mi lista de lectura.

Una de las conclusiones más pragmáticas y evidentes de las situaciones como la vivida por Fatema en aquellos grandes almacenes y que tantas mujeres siguen viviendo hoy en día, es que sigue sin haber suficiente oferta para cubrir esta demanda cada vez mayor de chicas que prefieren adaptar la moda a sus cuerpos en lugar de al contrario.

Y precisamente sobre este tema andan debatiendo algunos alumnos del MBA de la Escuela Europea de negocios (Madrid), que me han pedido amablemente que pida a mis lectoras que contesten una encuesta sobre lo difícil que les resulta encontrar ropa de la talla adecuada en ciertas tiendas.

Si no os importa echarles una mano al respecto solo tenéis que contestar a unas sencillas preguntas en este enlace. Os prometo que no os llevará más de cinco minutos. 😉