Después de ver en Instagram lo bien ordenados que tienen la mayoría de las bloggers de belleza sus cosméticos, me dio un poco de vergüenza ser tan desastre en estas cosas y me compré en Amazon unos stands de metacrilato monísimos para colocar mis productos de maquillaje —con sus cajoncitos y huecos específicos para barras de labios y demás—.
Al principio me hacía mucha gracia ver todos mis potingues tan bien colocaditos, como si fuera un corner multimarca de El Corte Inglés. Pero como paciencia en general no es que me sobre, después acabé desesperándome de tanto abrir y cerrar cajoncitos para sacar unas cosas y guardar otras en mi rutina diaria, sobre todo las mañanas que ando con algo de prisa.
Así que al final los stands de metacrilato acabaron albergando los productos que uso únicamente de forma ocasional, y los que uso todos los días —corrector de ojeras, rímel, gel de cejas, colorete en barra, polvos compactos— los metí en un pequeño neceser para tenerlos todos juntos y más a mano. El problema del neceser es que poco a poco fui metiendo más y más cosas que no uso tan a menudo, por lo que al final también era un poco engorro andar rebuscando cada producto que iba a usar y terminaba vaciando todo la bolsa sobre la mesa para arreglarme. Leer Más