Mi MacBook ha muerto

No hay bien que por mal no venga…

El puerto de Torquay
El puerto de Torquay es precioso hasta en los días nublados

No llevo ni una semana en Inglaterra, pero no me ha dado tiempo de aburrirme lo más mínimo. Nos quejamos mucho de la burocracia española, pero lo cierto es que la británica no se queda muy atrás. A veces, en medio de algún trámite, es inevitable terminar dentro de un bucle absurdo e infinito. Como que te exijan tener una cuenta bancaria inglesa para poder alquilar un piso, pero que al mismo tiempo te exijan demostrar que vives en un piso en Inglaterra para poder abrir cuenta en el banco. Una cosa muy loca.

Y por si el tema de la burocracia no fuera diversión suficiente, mi MacBook Pro ha decidido que este era el mejor momento para morirse. Mi MacBook Pro es mi herramienta fundamental de trabajo. Lleva conmigo cuatro años. Tuve la mala suerte de que pertenece a ese grupo de MacBooks de finales de 2011 que traían problemas de fábrica por culpa de las soldaduras de la tarjeta gráfica dedicada a la placa base. Leer Más