
Kylie Jenner y sus 5 horas diarias de manicura
Reconozco que nada más leer hace unos días la noticia de que Kylie Jenner puede llegar a pasar cinco horas al día haciéndose la manicura, el primer impulso fue el de escribir un post despotricando sobre cómo los rituales de belleza llegan a esclavizar a tantas mujeres hasta límites absurdos.
Me acordé también de mi amiga Mónica, que es de lo más pizpireta y le encanta arreglarse, pero que opina que lo de andar tan pendiente de las uñas es una auténtica servidumbre. Yo misma paso de forma cíclica por distintas fases en lo referente a mi manicura: hay épocas en las que apenas me acuerdo de limarme las uñas y retirar cutículas, y otras en las que encadeno una manicura permanente detrás de otra, hasta que acabo con las uñas tan débiles que necesito olvidarme una temporada de los esmaltes. Y vuelta a empezar.
Al principio de cada fase en la que paso de pintarme las uñas me siento liberada, como si me hubiesen quitado una tremenda carga de encima. Pienso en todo el tiempo de mi vida que he desperdiciado dándome a mí misma brochazos de esmalte, y maldigo un poco esta sociedad tan injusta en las que a las mujeres se nos presiona para estar perfectas hasta el último detalle, incluidas las uñas de los dedos meñiques de los pies. ¿Acaso hay algo más absurdo? ¿No basta con llevar las uñas de los pies limpias y arregladas, que encima tenemos que pintarlas del color de moda de la temporada? ¿Por qué no se ven los hombres obligados a prestar tanta atención como nosotras a los extremos de sus dedos? Leer Más