Leggings remodelantes y reafirmantes de Nivea

Leggings reafirmantes de Nivea: ¡cómo nos gustan las cosas fáciles!

Ya el concepto de crema anti celulítica está creado en base a una mentalidad bastante perezosa: en lugar de machacarnos en el gimnasio y de vigilar exhaustivamente nuestra dieta, queremos poder lograr los mismos resultados con el único esfuerzo de untarnos las piernas con un potingue mágico y maravilloso. Pero, aunque pueda parecerlo, este no es el colmo de la pereza.

El colmo de la pereza es querer incluso saltarnos el paso de tener que untarnos dicha crema todos los días. Que alguien o algo nos releve y nos sustituya en esa tediosa tarea, y que aún así podamos disfrutar de los resultados. Y eso es lo que prometen los leggings reductores de Nivea.

Ojo, que yo no critico esta mentalidad del mínimo esfuerzo. De hecho, me siento muy identificada con ella. Si no, no hubiera acabado comprando también, toda llena de esperanzas, estos leggings hace unos años. Leer Más

No, los leggings remodeladores de Nivea no eliminan la celulitis

Leggings remodelantes y reafirmantes de Nivea

Hace un par de meses os contaba en este post que la iluminación de un probador de Primark me había hecho tomar conciencia de forma más bien poco delicada del estado de mi celulitis. Salí tan en shock que me fui directa al supermercado a comprar cantidades industriales de fruta y verdura, y por el camino me acabé llevando también los leggings reafirmantes y remodeladores de Nivea con la esperanza de que me ayudasen en el milagro de librarme de la piel de naranja.

Como muchas me habéis preguntado qué tal me ha ido con ellos he querido hacer una breve reseña tras dos meses de usarlos de forma más o menos regular.  Leer Más

Leggings reafirmantes y remodeladores de Nivea: ¿funcionan?

Leggings remodelantes y reafirmantes de Nivea

Ayer cometí el error de probarme unos pantalones en Primark. Es algo que no suelo hacer porque casi siempre llevo prisa o hay mucha cola en los probadores, así que si dudo entre dos tallas de alguna prenda siempre prefiero comprar las dos para probármelas tranquilamente en casa y pasar después a devolver la que no me esté bien. Pero ayer yo tenía todo el tiempo del mundo y no había demasiada gente en el establecimiento, por lo que me aventuré en los probadores con un pantalón vaquero en dos tallas diferentes.

En los probadores de las tiendas de cierta categoría todo está estudiado al milímetro y tanto la iluminación como los espejos se colocan pensando en que las potenciales compradoras se vean siempre favorecidas. Puede que parezca un poco tramposo, pero la realidad es que a nadie le gusta que le llamen la atención sobre su celulitis galopante cuando va de compras, que es exactamente lo que me ocurrió a mí ayer por la tarde.

Que no es que yo no supiera ya a estas alturas que lo que hay entre la celulitis y yo es una de esas pocas historias que dura para toda la vida. El shock viene porque aquella iluminación maldita, tan dura y tan vertical, hizo que mi piel de naranja se viera mucho más marcada de lo habitual. Y no pude evitar sentirme culpable, porque es verdad que este último año he estado llevando un estilo de vida mucho más sedentario de lo que debería.

Intenté tomármelo con humor y que no me afectara más de lo necesario, pero quince minutos después estaba haciendo la compra de la semana en el súper y cuando me quise dar cuenta llevaba la cesta llena de fruta y verdura. Como si la compra la estuviera haciendo otra persona. Nada de pizza, nada de pasta, nada de chocolate. Y lo que es peor aún: al llegar a la sección de cosmética me sorprendí a mí misma mirando con esperanza los leggings reafirmantes y remodeladores de Nivea.  Leer Más