
Cómo disimular las raíces del tinte o mechas
Lo que más me gustaba de mi balayage era lo poco exigente que era en cuestión de mantenimiento: podía pasarme tranquilamente tres o cuatro meses sin poner el pie en la peluquería. El degradado estaba tan bien hecho que el crecimiento de mis raíces se integraba de maravilla con el resto del color.
Pero la estilista que me hacía el balayage dejó de trabajar en la peluquería a la que voy, y la que me atiende ahora es más de las de mechas normales de toda la vida. Así que, a raíz de que en un momento dado yo le pedí un poco más de luz alrededor de la cara, no sé cómo, cuándo ni por qué, he terminado por perder del todo el degradado que tenía desde mi rubio natural para acabar adoptando un rubio casi nórdico en toda la melena. Leer Más