Celulitis: alternativas a la cirugía en Clínicas Zurich

Clínica Zurich San Bernardo
Imagino que no soy la única que por estas fechas empieza a ponerse un poco nerviosa ante el trámite de empezar a guardar la ropa de invierno para dar paso a prendas más ligeras y en las que resulta un poco más complicado esconderse. Se acerca el momento del año en que nos arrepentimos de los excesos cometidos con la excusa de la Navidad, y toca volver a poner a punto pies y piernas antes de volver a enfundarnos shorts y minifaldas sin el amparo de unas medias bien tupidas. Lo de los pies tiene fácil arreglo: exfoliación y pedicura de tendencia para cuando los zapatos abiertos y sandalias hagan su aparición en escena; pero las piernas no son tan fáciles de arreglar, sobre todo si os toca lidiar con la dichosa celulitis, como a la gran mayoría de las mujeres de este planeta.

Normalmente suelo comprar algún que otro producto reafirmante o anticelulítico antes de que termine el invierno, pero reconozco que no soy capaz de ser constante a la hora de aplicármelos porque los resultados no siempre son evidentes y es fácil desanimarse. Por eso llevaba algún tiempo valorando la posibilidad de hacerme algún tratamiento un poco más cañero, aunque tenía mil dudas al respecto ya que nunca me había hecho nada parecido.

Así que, cuando me propusieron probar una sesión de DermoFIBROplastia en una de las Clínicas Zurich de Madrid, aunque al principio tuve algunos reparos por mi desconocimiento sobre este tipo de tratamientos, al final me acabé animando.

Me citaron una mañana con Lucía De Francisco, directora de la clínica de San Bernardo (Calle San Bernardo 113), para que se encargara de hacerme el diagnóstico general y de evaluar mi tipo de grasa y la flaccidez de mi piel —dos aspectos fundamentales a la hora de dar con el tratamiento más adecuado—. Aproveché la cita con ella para hacerle el millón de preguntas que llevaba preparadas, no solo sobre la sesión de DermoFIBROplastia que me iba a hacer, sino sobre todo tipo de tratamientos de estética faciales y corporales. Lucía tuvo una paciencia infinita y me explicó con detalles todo lo que yo quise saber, y en esta charla tan instructiva me descubrió cosas muy interesantes sobre los hilos tensores de ácido hialurónico y su capacidad para sustituir de forma no invasiva al lifting tradicional, que ya os contaré más detalladamente en un post específico sobre la materia. Aunque ya había oído hablar de estos hilos tensores, me sorprendió mucho enterarme de que en estas clínicas los usan también para tensar y rejuvenecer por ejemplo el cuello y el escote, dos zonas habitualmente críticas en lo que a envejecimiento se refiere.

Durante esta charla le comenté a Lucía que mis expectativas respecto a mi tratamiento eran completamente realistas: los milagros no existen y estaba al tanto de que una sola sesión no iba a ser suficiente para unos resultados espectaculares. Mi propósito era hacer una primera toma de contacto para perder un poco el miedo y ya planear un tratamiento más completo y con más calma cuando hiciera una escapada más larga a Madrid. Pero entonces Lucía me propuso cambiar la DermoFIBROplastia por un combinado de otros tres tratamientos diferentes (Dermólisis 3D, Criolipoplastia y presoterapia) con los que me prometía que sí podría notar algunos resultados después de una única —pero intensiva— sesión. Y a mí, que ya había perdido todo el reparo inicial, me pareció una idea estupenda.

DERMÓLISIS 3D (99€/sesión)

Esta técnica utiliza una innovadora tecnología llamada Dual Tecnic Metabolic que trabaja como un quema grasas que actúa reduciendo el tamaño de los adipocitos, atacándolos por tres flancos distintos: desde la mitocondria (el corazón de la célula grasa), desde el triglicérido (el contenido graso de la célula) y desde su membrana. No es el tratamiento adecuado para la grasa más profunda, pero a cambio sirve para tratar zonas más extensas.

Dermólisis 3D en Clínica Zurich

Al entrar en la cabina me volvieron a medir y pesar, y me tomaron fotos de las zonas a tratar, que en mi caso fueron los muslos y cartucheras. Me dieron ropa interior desechable para que los geles que usaríamos después con la Criolipoplastia no manchara la mía, y me pidieron que me tumbase boca abajo en la camilla. La Dermólisis 3D consistió en ponerme una especie de cinturón con cuatro placas apoyadas sobre las zonas a tratar durante unos 20 minutos. Estas placas vibraban de forma casi imperceptible, con un pequeño zumbido. En ningún momento me causaron ninguna sensación dolorosa o desagradable. Leer Más