El blog de Carmen Velarde
Hace tiempo que tengo más que asumido que lo de bruja con tacón de aguja es un título que me merezco cada vez menos, sobre todo si me pongo a calcular la media de días al año en que hago el esfuerzo de subirme a unos tacones de más de cinco centímetros. Ahora mismo tengo en mi armario un número de zapatillas deportivas mucho más elevado del que me gustaría admitir públicamente. Leer Más
Me he reído y mucho al enterarme del bulo que precedió a la apertura de Primark en Córdoba hace algo más de una semana, según el cual todas las prendas estarían rebajadas a dos euros durante las dos primeras horas de la inauguración de la tienda. El listillo que difundiera el rumor probablemente se haya reído bastante más que yo, aunque a la marca estas cosas lejos de perjudicarle le hacen un grato favor.
Pocas campañas publicitarias habrían tenido tanto poder de convocatoria como este hoax, que consiguió que los minutos previos a la apertura del establecimiento el centro comercial que lo albergaba tuviese una notable similitud con la madrileña Puerta del Sol un día de Nochevieja.
Una vez pasada la euforia inicial el resultado sigue siendo positivo, y a día de hoy las cordobesas disfrutan encantadísimas de esta cadena low cost que acerca las tendencias a nuestro armario sin que nuestra tarjeta de crédito se resienta demasiado.
La bruja con tacón de aguja 