Que conste que el título no está escrito con ademán despectivo, porque morir de sobredosis de según qué adicción puede ser de lo más placentero y a mí cual urraca de la moda, pocas cosas habrá en este mundo que me gusten más que un brillo. Más aún si hablamos de vestidos de fiesta, como es hoy el caso, por eso no quería dejar pasar la oportunidad de mostraros un poco más de cerca alguna de las maravillas que podemos encontrar en la colección navideña de Mango.

Aunque ya la semana pasada os hice un adelanto de mis vestidos favoritos de la marca, incluyendo aquel soberbio vestido largo rojo de inspiración helénica, hoy me han llamado mucho más la atención las versiones más masculinas de looks festivos (la culpa la tiene el lookbook de Bershka, con aquella propuesta de chaqueta de esmoquin con pantalones pitillo). 

Así que de estas imágenes me quedo sin lugar a dudas con la americana de lentejuelas negras, aunque no haya más forma humana de ponérsela que con unos jeans desgastados y una blusa discretita para no pecar de exceso y acabar pareciendo parte de la decoración navideña de la fiesta.

También me tienta mucho la blusa de seda negra cruzada, con ese detalle lencero del escote, aunque no me queda muy claro si se trata de un top, o del propio sujetador que lleva la modelo. En cualquier caso, he notado que últimamente, a pesar de mi desmedida pasión por los vestidos, en el caso del atuendo para fechas festivas me inclino más hacia prendas que después pueda reutilizar para looks más de diario. No sé si será la crisis, o que me hago mayor y ya no voy a tantas fiestas en las que lucir modelito…