
Hace mucho que las redes sociales tomaron el relevo a los emails en muchos aspectos. Uno de los más incómodos es el de la propagación de absurdas cadenas que nos piden que copiemos un texto en nuestro muro si queremos luchar contra el cáncer, o que hagamos click en el botón Me gusta si estamos de acuerdo con una foto en la que el Dalai Lama o Gandhi aparecen junto a una cita que habla de los inciertos pasos de nuestra sociedad por el sendero equivocado.
Así precisamente ha sido como ha llegado hasta mí esta semana un breve texto en el que se nos acusa a hombres y mujeres de desperdiciar la salud para juntar dinero, y de luego gastar ese dinero para intentar recuperar la salud. Decía también que pasamos tanto tiempo pensando en el futuro, que no vivimos el presente, y que además de vivir como si no tuviéramos que morir nunca, morimos como si nunca hubiésemos vivido.
Resulta complicado saber a quién pertenece la cita en realidad, porque según el sitio en el que aparece la ponen en labios de Buddha, Gandhi o el Dalai Lama. Pero está claro que algo de razón sí que tiene, independientemente de cuál fuera la mente iluminada que la compartiera con el resto del mundo.
El caso es que a mí me ha hecho reflexionar y volver a ver las cosas con cierta perspectiva. Y como creo que no hay momento más propicio que este, a las puertas de las vacaciones, para pensar sobre estas cosas, voy a permitirme el lujo de darte un consejo: deja de preocuparte. Relájate. Puede que en tiempos de crisis te parezca contraproducente que te pida que no le concedas a tu trabajo más importancia de la que realmente tiene, pero creo que ya está bien de ver cómo cada vez más empresas se escudan en la situación económica para pedir a sus trabajadores que se aprieten el cinturón e imponer condiciones y horarios abusivos, siempre amparándose bajo la amenaza tácita que se oculta en la frase son tiempos difíciles.
No te engañes. Los tiempos nunca han sido fáciles, al menos para los trabajadores de a pie. No tiene sentido pasar todo el año fantaseando con tus quince días de vacaciones si llegado el momento, tienes tal cantidad de estrés acumulado que ni siquiera un mes de asueto puede devolverte las energías que necesitas para volver a enfrentarte a tu día a día.
No dejes que la falta de presupuesto haga que este año tus vacaciones se limiten a descansar en casa. Cambia de aires y de costumbres en la medida de lo posible. Si no puedes permitirte un viaje largo, haz pequeñas excursiones de un día, o aprovecha para respirar el aire de la sierra con una buena caminata o un paseo en bicicleta. Aléjate del ordenador y del correo de empresa. Leer Más