El único esmalte de uñas que me dura es de IsaDora

Manicura mate IsaDora 2

Sé que no dice mucho a favor de mi vida social el hecho de estar escribiendo esto un viernes por la noche, pero estoy tan emocionada con mi nuevo descubrimiento que no quería esperar a mañana para contároslo. Bueno, eso y que además mañana tenemos nada menos que a Ana Locking en Logroño y las bloggers de moda de la zona vamos a tener la suerte de descubrir los detalles de su nueva colección de su propia mano. Pero de este evento tan estupendo ya os contaré los detalles dentro de unos días.

De lo que hoy quiero hablaros es de uno de esos descubrimientos que hago por casualidad y que me tiene fascinada. Se trata de los esmaltes de acabado mate de IsaDora. Pero antes de nada os pongo en antecedentes.

Mis uñas son endiabladamente quebradizas. Se laminan en el borde y eso hace que cualquier esmalte de uñas se descascarille con suma facilidad en un tiempo récord. Hasta ahora solo la manicura semi permanente me aguantaba un poco más sin estropearse —unos diez días aproximadamente, aunque una vez me llegó a durar dos semanas—.

El problema es que con la manicura semi permanente —la que se seca con lámpara LED— tengo una relación de amor-odio. Por un lado me encanta porque es la única que me aguanta un tiempo decente sin estropearse, al mismo tiempo que me sella los bordes de las uñas y evita que se descascarillen. Pero por otro lado, cada vez que me la quito para volvérmela a hacer —entre lo que hay que raspar para que salga el esmalte y lo que hay que pulir antes de aplicar el nuevo— noto que las uñas se me van quedando más y más débiles. Por lo que, cuando dejo unos días de descanso entre una manicura y otra, suelen rompérseme siempre varias uñas.  Leer Más

Videoblog Belleza: Acabado mate para tu manicura

Videoblog de belleza - Manicura semimate

La historia de cómo descubrí hace algún tiempo el Top Coat Velvet de Chanel es un tanto cómica. Yo acababa de ver en la sección de belleza de una revista americana una foto de una nueva laca de uñas de Chanel llamada Black Velvet. Me gustan los esmaltes de Chanel, y como el Black Satin nunca me había convencido porque los negros muy brillantes me hacen pensar en escarabajos y bichejos, me encaminé a un centro comercial para hacerme con la nueva versión.

Llegué al stand de Chanel y, tras buscar el bote de manera infructuosa en el estante, le pedí a la dependienta que me sacara la laca de uñas que estaba buscando. Ella se quedó con cara de póker y me dijo que no existía, pero que tenían otro negro que a lo mejor me gustaba. Y me sacó el Satin. No era cuestión de ponerme allí a explicarle a la buena señora mi fobia a los bichos negros, así que le insistí y le dije que había visto el Black Velvet en una revista.

Ella seguía en sus trece, y dispuesta a venderme lo que fuera, y me dijo que quizá me había confundido con el Top Coat Velvet, un brillo sin brillo, vivan las paradojas, que se aplicaba encima de cualquier laca de uñas y la matificaba. Obviamente no era el primer matificante que veía en mi vida, pero los que había probado hasta entonces no me convencían por un motivo o por otro.  Leer Más