
Hay muchas cosas por las que pueden quejarse los hombres respecto a las mujeres: que si invadimos todo el cuarto de baño con nuestros mil potingues mientras que a ellos solo les dejamos una triste estantería, que si nunca estamos listas para salir cuando ellos ya nos esperan con el abrigo puesto en la puerta… Pero si en algo tienen más razón que un santo es en eso de que la moda no los quiere bien.
Porque por mucho que la moda para hombre avance, nunca llegarán a tener a su disposición ni la décima parte de las combinaciones posibles que tenemos nosotras. Y esto, como toda moneda, tiene su cara y su cruz, sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. La parte negativa, que es de la que se quejan con toda la razón del mundo, es que no tienen tanto para elegir como nosotras. No hace falta ser ningún lince para darse cuenta de ello, basta con echar una ojeada rápida a lo que se cuece en las pasarelas.
Pero la parte buena, buenísima diría yo, es que resulta infinitamente más sencillo hacerte un fondo de armario que resista los vaivenes de las tendencias si eres un hombre. Lo arriesgado de ir de moderno es que enseguida se queda uno pasado de moda, y en el caso de los hombres eso es más fácil de evitar, puesto que al haber menos distracciones de tendencias efímeras puede uno concentrarse mejor en encontrar su propio estilo. Leer Más