Dior y Galliano: Superando el desamor de la mano de Raf Simons
La historia de John Galliano y la firma Christian Dior ha sido como la de una de esas grandes pasiones de juventud que parecen destinadas a consumir todo cuanto está a su alrededor a base de ardientes arrebatos poéticos. Durante muchos años hemos sido afortunados testigos y embelesados espectadores de los frutos que esta prolífica relación ha dado en forma de suntuosos desfiles, y hemos disfrutado con la expectación que su derroche de teatralidad despertaba cada temporada.
Pero al más puro estilo folletinesco el romance terminó de forma repentina por culpa de un desaire del galán cuando se encontraba en estado de embriaguez, y no ha habido acto de contrición por parte de Galliano que fuera capaz de hacer cambiar de parecer a la maison, por mucho que los que admiramos su trabajo lo deseáramos fervientemente.
Tras varias colecciones sin dar pie con bola, no éramos pocos los que aún albergábamos la esperanza de que la firma se retractara y accediera a volver a los brazos del diseñador gibraltareño, pero en Dior estaban más que dispuestos a pasar página de una vez por todas y así lo demostraron al poner sus miras en Raf Simons.