Estoy segura de que no soy la única que fantasea con esas fotos de casas tan maravillosas que aparecen en el catálogo de IKEA. Los salones y las cocinas están muy bien, pero, ¡ah, los dormitorios! Es ver los dormitorios y me dan ganas de hacerme pequeñita y quedarme a vivir entre esas páginas.
Y es que a mí, es precisamente el dormitorio la estancia que más trabajo me cuesta mantener ordenada. Mi piso no es muy grande, y es en el dormitorio donde grabo mis tutoriales de belleza para Cosmopolitan TV. Así que al desorden habitual que hay en una habitación hay que sumarle el hecho de que siempre tengo algún foco o trípode por ahí, o alguna mesita auxiliar llena de cosméticos o cachivaches para el pelo.
Aunque a la mayoría de nosotros nos agobia tener el dormitorio desordenado, resulta curioso que esta estancia sea la más olvidada a la hora de redecorar y reorganizar. Imagino que al estar dentro del ámbito de la intimidad, preferimos redecorar primero el salón o la cocina de cara a posibles visitas.
Otra cosa que resulta de lo más curiosa es que muchas personas no den importancia al desorden de su habitación, e incluso afirmen sentirse cómodas dentro de su caos particular, pero luego se queden totalmente descolocadas si se encuentran con ese mismo caos en una habitación de hotel, tal y como le pasa a esta pareja de este vídeo tan divertido de la campaña Habitación 365. Leer Más