Cuando hace unos años Furla y otras marcas pusieron de moda los bolsos transparentes yo no terminaba de verle la gracia al asunto. Me parecían una invasión a la intimidad y una falta tremenda de glamour. Porque a ver, eso de llevar un clutch de metacrilato a una fiesta es muy chic si lo único que llevas dentro es una polvera de Chanel y un smartphone de última generación. Pero si te lías a meter cosas útiles y realistas, como los Kleenex y un paquete de tiritas de Compeed para cuando los estiletos empiecen a hacerte rozaduras, la cosa pierde sofisticación por momentos. Adiós a tu pose de misteriosa mujer fatal, por muchos labios rojos que te pongas. No sé, llamadme pudorosa. 

Hubo quienes no quisieron dejar pasar el tren de esta tendencia y decidieron apuntarse echando mano de una artimaña para salvaguardar su intimidad: meter una bolsita mona o un neceser dentro del bolso transparente para esconder ciertos objetos de la vista del público. Vamos, lo que viene siendo un bolso dentro de otro bolso. A mí esta triquiñuela tampoco me hizo tilín, así que seguí pasando olímpicamente de cualquier tipo de bolso transparente.

Esta semana me he encontrado con estas imágenes en una de las newsletters que recibo de Etsy, y aunque sigo en mis trece de que no me gustan los bolsos transparentes al menos han conseguido llamarme la atención por aquello de mi fijación enfermiza con las mochilas. Son de cristal orgánico y las vende la lituana Inga Skripka por 165,99€.

Reconozco que no estaba pensando en comprarme una, pero en esto de navegar por internet una cosa lleva a otra y al final acabé en ASOS buscando otras alternativas más económicas y un poco menos transparentes. Y he encontrado estas tres que, aunque obviamente no tienen nada que ver con las imágenes que fueron mi punto de partida en la búsqueda, me parecen muy divertidas.

No las usaría para el día a día, pero creo que para ir a la piscina son perfectas, que las cosas que llevo a la piscina me da menos pudor mostrarlas: protección solar, algún pañuelo para el pelo, un cepillo y mi Kindle.

La que más me gusta es la de corazones, pero en cualquier caso 47,99€ por una mochila de plástico me parece un poco excesivo por muy mona que sea. La parte positiva es que como en Logroño siempre tarda un poco más en entrar el verano seguro que para cuando me toque ir a la piscina ya me encuentro con laguna rebajilla en la web.

¿Qué os parecen estas mochilas? ¿Tenéis algún bolso transparente en el armario? Os dejo también el enlace a la mochila de dinosaurios y a la de AS IF por si queréis echarles un vistazo.