El domingo el mal tiempo nos dio un poco de tregua y aprovechamos los rayos de sol para conducir las casi dos horas que nos separan de Eden Project, un jardín botánico en Cornualles que tenía desde hace tiempo en mi lista de cosas pendientes de visitar.
El Proyecto Edén está construido sobre las 50 hectáreas de una cantera abandonada, y está financiado por una fundación sin ánimo de lucro que pretende con la iniciativa destacar la importancia de la conservación de los recursos y la contribución de la diversidad vegetal a la vida humana. Su propósito inicial fue el de demostrar la capacidad de utilizar la naturaleza a la hora de regenerar un lugar previamente deteriorado por la explotación humana.
Su principal atracción son los dos invernaderos, cada uno de ellos con un bioma diferente: uno de clima tropical húmedo (que además es el más extenso del mundo de este tipo) y otro de climas calientes y secos de tipo mediterráneo.
A sus creadores no les gusta que se catalogue la instalación de parque temático, pero lo cierto es que el Proyecto Edén tiene todo lo necesario para pasar un día disfrutando en familia: desde exposiciones y tiendas hasta actividades para todas las edades (incluyendo actividades de aventura, como un puente tibetano o la tirolina más larga de Inglaterra), pasando también por bares y restaurantes.
La entrada cuesta £26 para adultos y £13.50 para niños, y permite disfrutar de este peculiar jardín botánico tantas veces como queramos durante un año a partir de la fecha de la compra. Así que ahora que ya tenemos entrada libre durante el próximo año estaré atenta a los diferentes eventos interesantes que hagan por allí para no perdérmelos. De momento ya tengo apuntado en mi agenda el festival de invierno, durante el cual ponen una pista de patinaje sobre hielo en el jardín, y me quedan pendientes también todas las actividades de aventura para esa próxima visita si la meteorología lo permite.