Los peligros de ser ‘solo instagramer’
Cada vez más a menudo me encuentro en eventos para bloggers con más chicas a las que, al preguntarles por la url de su web, me dicen que no tienen blog porque ellas son solo instagramers. Parece que esta es una tendencia en alza, y aunque a las protagonistas de estos perfiles con miles de seguidores no les va nada mal de momento —no hay más que fijarse en lo bien que las tratan las marcas del nicho en cuestión— a mí es algo que no deja de sorprenderme.
Y es que eso de ser solo instagramer a mí me parece una apuesta bastante arriesgada y peligrosa.
Yo empecé tarde en Instagram. Cuando nació esta red social en exclusiva para iOS yo era usuaria de Android, y cuando algo más de un año después me pasé a iPhone el entusiasmo inicial había decaído un poco y yo no acababa de encontrarle el encanto a ver qué comían cada día mis amigos o lo morenos que se les ponían los pies en la playa o la piscina.
Me hice una cuenta por aquello de que hay que estar un poco en todas partes, pero mis publicaciones eran bastante anecdóticas y heterogéneas.
No fue hasta mucho después cuando Instagram empezó a perfilarse como lo que es ahora, y hasta que marcas e influencers descubrieron la nueva forma de llegar al público que suponía esta red social fotográfica. Leer Más