
Sobre lluvia e inspiración
Me gusta la lluvia. Hala, ya podéis empezar a maldecirme y soltarme los perros. Claro que hay lluvias y lluvias. Los temporales en los que el viento hace que el paraguas se doble en plan contorsionista creo que no le gustan a nadie. Pero la lluvia tranquila y suave puede resultar de lo más relajante.
Supongo que el hecho de trabajar desde casa durante la mayor parte del tiempo ayuda mucho. De hecho lo que no ayuda a trabajar desde casa es ver un día soleado por la ventana. Cuando amanece una de esas mañanas radiantes empiezo enseguida a maquinar excusas para salir de casa a hacer todo tipo de recados, aunque no sean realmente urgentes. Así que en mi caso puedo decir que la lluvia me ayuda a ser bastante más productiva en el trabajo. Además esa instrospección a la que invitan los días de aguaceros otoñales puede propiciar la creatividad si nos dedicamos a cualquier tarea de índole artística.
Y precisamente sobre lluvia y sobre inspiración hemos estado reflexionando mis compañeras y yo en las dos últimas entregas de la sección del COSMOJurado de bloggers, así que si aún no la habéis leído aprovechad ahora para dar una vuelta por allí. 😉