Sorprende mucho ver que una firma como Loewe, que lleva tanto tiempo luchando por mantener su premeditadísima imagen clásica, se juegue un órdago como el que ha supuesto el vídeo de su última campaña publicitaria. Durante los últimos años han sido cada vez más las marcas que tratan de rejuvenecerse de alguna manera para captar la atención de una generación que ha roto con la manera de pensar de sus progenitores casi de la misma manera que las flappers de los años veinte con respecto a las generaciones victorianas.

Supongo que resulta cada vez más difícil sacar del letargo a una audiencia cada vez más inmunizada a campañas impactantes y vídeos virales. En la caso de Loewe no queda del todo claro si la viralización era el objetivo inicial, o si simplemente han dado un salto al vacío que les ha valido para convertirse en trending topic en Twitter.

Si bien es cierto que la mayoría de los usuarios hablan del vídeo para ridiculizarlo o para expresar airados su disconformidad con la imagen que de los jóvenes españoles se da, se cumple una vez más el consabido que hablen mal, pero que hablen.

Para los pocos que aún no lo hayáis visto contaros que la apuesta ha consistido en meter en una coctelera a un puñado de hijos de famosillos nacionales y a algún que otro actor ídolo de adolescentes, con looks alternativos (léase cabellos oxigenados y gran profusión de piercings y tatuajes), para hacerlos hablar sobre lo different que es Spain y lo maravillosos que son el amor y el primer beso. Todo esto intercalado con imágenes de los chiquillos sosteniendo en posiciones poco convencionales los bolsos de la colección Oro de Loewe.

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