Tengo la suerte de tener unos vecinos encantadores, entre ellos una señora maravillosa a la que ya considero mi amiga. Su pasaporte dice que tiene ochenta años, pero por su forma física y su vitalidad podría decirse que aparente veinte o veinticinco menos. No se quiso jubilar hasta el año pasado, y es tan autónoma e independiente que a día de hoy sigue conduciendo su propio coche para ir a todas partes. Leer Más
El domingo el mal tiempo nos dio un poco de tregua y aprovechamos los rayos de sol para conducir las casi dos horas que nos separan de Eden Project, un jardín botánico en Cornualles que tenía desde hace tiempo en mi lista de cosas pendientes de visitar.Leer Más
El puerto de Torquay es precioso hasta en los días nublados
No llevo ni una semana en Inglaterra, pero no me ha dado tiempo de aburrirme lo más mínimo. Nos quejamos mucho de la burocracia española, pero lo cierto es que la británica no se queda muy atrás. A veces, en medio de algún trámite, es inevitable terminar dentro de un bucle absurdo e infinito. Como que te exijan tener una cuenta bancaria inglesa para poder alquilar un piso, pero que al mismo tiempo te exijan demostrar que vives en un piso en Inglaterra para poder abrir cuenta en el banco. Una cosa muy loca.
Y por si el tema de la burocracia no fuera diversión suficiente, mi MacBook Pro ha decidido que este era el mejor momento para morirse. Mi MacBook Pro es mi herramienta fundamental de trabajo. Lleva conmigo cuatro años. Tuve la mala suerte de que pertenece a ese grupo de MacBooks de finales de 2011 que traían problemas de fábrica por culpa de las soldaduras de la tarjeta gráfica dedicada a la placa base. Leer Más
Harper’s Bazaar se ha ido convirtiendo poco a poco en una de mis publicaciones favoritas, y como tengo la suerte de vivir en Madrid, no me resulta difícil conseguir también los números de otros países. Hoy quiero mostraros una de las editoriales del número de agosto de la edición de británica, con Emma Watson como protagonista.
Bajo el título de Good girl, gone bad? nos muestran las dos caras de la actriz: de la más ingenua y angelical, a su lado más vamp y sensual. Independientemente de que nos guste o no cómo le queda esa peluca que le han puesto para la segunda parte del reportaje, a mí me ha encandilado esta foto que veis debajo, con un precioso vestido blanco de corte imperio de tul y gasa con mangas de farol. Y mi pregunta es: ¿por qué no la vimos lucir algo así en el estreno de Harry Potter y las reliquias de la muerte, en lugar de ese Oscar de la Renta que no la favorecía en absoluto y le hacía la piel amarillenta y apagada? Leer Más