¡Llévate el nuevo teléfono TGK210 de Panasonic!
A los once años presencié uno de los grandes avances tecnológicos de mi adolescencia —con permiso de la llegada de internet, que sería unos años más tarde—: en casa de mi mejor amiga instalaron el primer teléfono inalámbrico del vecindario. Hoy en día, con lo acostumbrados que estamos ya a los teléfonos móviles, puede no parecer gran cosa. Pero recuerdo que en aquel momento todos los de la pandilla estábamos extasiados ante tal alarde de tecnología y le teníamos un poco de envidia a mi amiga.
Eso de poder contestar una llamada desde el jardín nos parecía por aquel entonces algo como de brujería. Pero lo más importante es lo que esa ausencia de cables significaba: privacidad. Ahora la damos por sentado, pero en aquella época si el chico que te gustaba se atrevía a llamarte por teléfono a casa te tocaba responder la llamada en el salón delante de quien hubiera allí en ese momento. Mi amiga podía coger tranquilamente su inalámbrico y encerrarse en su cuarto a hablar. ¡Todos queríamos tener uno como el suyo! Leer Más
La bruja con tacón de aguja 