Es increíble la de cosas raras que se encuentra una deambulando por Fancy. Justo la semana pasada me encontré en la newsletter correspondiente el enlace a un apartado de regalos pensados para amantes de los viajes, y reconozco que me lo pasé de miedo con algunas de las opciones que proponían.

Algunas eran de lo más desternillantes, así que he querido hacer mi propia selección con esta pequeña lista de regalos absurdos para viajeros. Unos te harán gracia, y otros te harán preguntarte en qué demonios estaba pensando el iluminado que los inventó.

Haciendo click en el título de cada apartado irás a la ficha de cada producto en Fancy (por si alguien no se cree que de verdad existan estas cosas). 

Stickers para decorar las maletas (23€)

No quiero ni imaginarme el susto que se llevará más de un empleado de aeropuerto al encontrarse así de repente con la imagen de una azafata amordazada. Supongo que habrá viajeros de alma bromista a los que les encante la idea de personalizar de esta forma tan peculiar sus maletas.

Pero hay que reconocer que, en según qué países, puede no ser muy buena idea llevar una maleta decorada con la imagen de lo que parece un alijo de droga recién descubierto. En cualquier caso la buena noticia es que con estas pegatinas no tardarás nada en localizar tu maleta en la cinta transportadora cuando te bajes del avión. La mala noticia es que probablemente te encuentres con que las autoridades aeroportuarias te la han abierto para revisarla. Por pasarte de graciosillo.

Soporte para café de Tugo (14€)

Empuñar un vaso de Starbucks mientras caminas a paso ligero arrastrando tu trolley de cuero negro para llegar a tu puerta de embarque puede parecer de lo más chic. El problema viene cuando tienes que hacer malabarismos para sacar el pasaporte y el billete de avión sin tirártelo todo encima.

Pero ese problema ya solo forma parte del pasado, porque ahora con este soporte de la marca Tugo no tendrás que renunciar a tu café para tener las manos libres para tus trámites en el aeropuerto. Se adapta a la mayoría de trolleys y sirve también para que no te quemes mientras esperas a que se enfríe un poco el café.

Trolley escritorio (229€)

Siempre hay tiempos de espera cuando vamos a coger un tren o un avión, así que por qué no aprovecharlos para ir adelantando un poco de trabajo o contestando esos emails que se nos acumulan en la bandeja de entrada.

El único inconveniente es que las mesas sobre las que apoyar nuestro portátil no suelen abundar en estaciones ni aeropuertos, y trabajar con el ordenador sobre el regazo puede resultar un poco incómodo. ¿La solución? Invertir en esta maleta trolley con escritorio incorporado, para que puedas montar tu oficina portátil en un momento donde quiera que estés.

La principal pega que yo le veo es el peso, 4,5 kg. A eso le sumas otro par de kilos del portátil y poca ropa podrás meter ya teniendo en cuenta la limitación de 8 kg. que tienen la mayoría de las aerolíneas para el equipaje de mano en cabina.

Micro Luggage Scooter (368€)

Con esta maleta-patinete perderás en un santiamén la dignidad y ese halo misterioso de ejecutivo agresivo que tanto te has currado, pero al menos te lo pasarás en grande. Si consigues que algún amigo o compañero de empresa se compre uno igual podríais echar unas carreras por la terminal del aeropuerto.

Y no solo para trabajar es buena opción esta maleta-patinete, sino que también puede resultar una alternativa interesante a la bicicleta o al transporte público para ir cada mañana a la oficina. Si hubiese algún modelo con paraguas incorporado para los días de lluvia podríamos estar ante la solución definitiva para la contaminación madrileña.

Capucha de papel para dormir (62€)

No sé qué me da más risa de este último artículo de mi lista: el concepto en sí, o el hecho de que alguien tenga la desfachatez de cobrar más de sesenta euros por una capucha de papel. Lo mejor sin duda son los comentarios que algunos usuarios han ido dejando en la web del producto en Fancy, según los cuales es el regalo perfecto para esa persona tan especial que tiene mejor cuerpo que cara.

Pero no hay que subestimar la utilidad de este artilugio, ya que además de para dormir puede servirnos para esconder la vergüenza si resulta que coincidimos en el avión con nuestro jefe o algún cliente importante y nos ha visto llegar a la puerta de embarque montados en la maleta-patinete.