Las nuevas working girls
Las nuevas working girls ya no van a la oficina embutidas en incómodas faldas lápiz, ni se cambian al salir del metro las bailarinas por los zapatos de rigor con tacones imposibles. Ya no se conforman con la insípida sobriedad de los trajes de dos piezas pulcramente combinados. Saben que una blazer puede hacer muy buenas migas con unos vaqueros boyfriend, y no tienen miedo de lucir unos pantalones de pinzas con una camiseta de espíritu rockero ni de cambiar el manido portadocumentos por una mochila de cuero y tachuelas. Leer Más