El árbol Frankenstein que aúna 40 especies de árboles distintos

El árbol Frankestein

Cuando me topé con este artículo hace unos meses decidí guardármelo en esa nota infinita de mi móvil en la que atesoro enlaces de cosas sobre las que quiero escribir. En ese momento mi opinión sobre el árbol Frankenstein no era demasiado positiva, tengo que admitirlo. Por si no tienes ni la más remota idea de lo que es un árbol Frankestein te lo explico muy brevemente.

Se trata de lo que los medios han bautizado como una curiosa obra de arte y un prodigio de la agricultura al mismo tiempo. El artífice de este prodigio es Sam Van Aken, un profesor de Arte de la Universidad de Siracusa en Estados Unidos, que tuvo la peculiar idea de combinar en uno solo nada menos que 40 especies de árboles diferentes.

Ayudado de un equipo de biólogos y agricultores y usando únicamente técnicas de injerto convencionales, Van Aken ha jugado a ser un dios y se ha sacado de la manga un árbol que no solo es capaz de producir 40 especies de fruta diferentes, sino que además va cambiando de color y de aroma en función de la época, convirtiéndose en un espectáculo cuanto menos curioso para quienes tienen la suerte de presenciarlo. Leer Más

Guía para madrugar sin que cueste demasiado

Rutina de 8 pasos para que no te cueste tanto madrugar

Soy un animal nocturno y afortunadamente mi carrera como freelance me permite gestionar mi horario de trabajo, de modo que puedo acomodarlo para trabajar por las tardes o incluso algunas horas por la noche a cambio de no tener que madrugar en absoluto. Todo era maravilloso hasta que me encontré cara a cara con mi primer invierno británico y la ridícula cantidad de horas de luz de las que podía disfrutar si osaba levantarme después de las diez de la mañana, teniendo en cuenta que a las cuatro ya es prácticamente de noche por aquí durante estos meses.

Así que, por el bien de mi salud mental y física, no me queda otra que ir en contra de mi propia naturaleza durante esta época del año y madrugar un poco con tal de aprovechar al máximo los tan cotizados como escasos rayos de sol. No voy a mentir: no me resulta nada fácil obligar a mi cerebro a rendir por las mañanas. Pero me he acostumbrado a seguir una serie de pasos que me ayudan a empezar el día con mucha más energía y sin que me cueste tanto esfuerzo concentrarme, y quiero compartirlos aquí por si acaso a ti también te sirven. Leer Más

El mito del éxodo rural de los nómadas digitales

Lo de ser un nómada digital ya era tendencia mucho antes de que llegara el coronavirus, aunque no cabe duda de que la situación por la que hemos pasado ha exaltado aún más si cabe las ventajas de este tipo de profesionales que pueden desempeñar su trabajo desde cualquier rincón del mundo sin necesidad de nada más que un ordenador y conexión a internet.

Y no es por presumir, pero creo que yo fui, allá por el 2008, una de las pioneras en ejercer como tal incluso antes de que se acuñase el término. Por aquel entonces me acababa de contactar una de las primeras empresas que abrió una red de blogs profesionales en España para que escribiese noticias en su bitácora dedicada al cotilleo y la prensa rosa (¡sí, me estrené como blogger escribiendo sobre prensa rosa!). En aquel momento no veía del todo claro que pudiera llegar a ganarme la vida escribiendo, así que decidí compaginar ese recién estrenado trabajo con el que venía ejerciendo antes de eso —que no era otro que el de ilusionista—, hasta ver si de verdad podía uno sacar un sueldo en condiciones de los blogs. Leer Más

Comprar y vender de segunda mano es bueno para el medioambiente

Mercado de segunda mano: el gran aliado del medioambiente (¡y de tu bolsillo!)

Al llegar a Inglaterra hace cinco años una de las cosas que más me llamó la atención fue que prácticamente todos los pueblitos y ciudades, al margen de su tamaño, tenían una inmensa cantidad de tiendas de segunda mano de todo tipo de artículos: desde ropa a scooters eléctricas, pasando por joyerías y por su puesto gadgets y videojuegos.

Reconozco que hasta entonces yo era un poco prejuiciosa, o debería decir escrupulosa, con lo referente a comprar artículos usados. Pero un buen día entré a curiosear a una de estas tiendecitas y tuve un flechazo con una chaqueta bomber de cuero de ensueño con el infame precio de seis libras esterlinas. Seis libras. SEIS LIBRAS. La chaqueta, no solo era de mi talla, sino que además estaba impoluta, casi como nueva, sin manchas ni imperfecciones, sin olores raros. Supongo que porque había llegado a la tienda en un estado estupendo, pero también (como descubrí después) porque el personal de las organizaciones benéficas que están detrás de estos establecimientos hace un gran trabajo limpiando y preparando cada prenda para la venta. Leer Más

¿Nos carteamos?

Llevaba ya algún tiempo coqueteando con la idea de empezar una newsletter. Este blog siempre ha sido y será la niña de mis ojos, y pienso seguir posteando también de forma regular, pero hay ciertos temas quizá un poco más personales de los que no viene muy a cuento hablar aquí.

Porque no nos engañemos: aunque esos posts más íntimos que dejo escapar de vez en cuando tienen una audiencia reducida pero fiel, aquí la mayoría de la gente llega buscando la mejor forma de blanquear la goma de las Converse o de hacerse unas ondas de infarto sin usar herramientas de calor. Y no les culpo, algunos de esos trucos son una pasada, por eso los he publicado aquí. Leer Más