A muchos lo del teletrabajo les pilló un poco por sorpresa durante aquel primer confinamiento de hace ya casi un año. No todo el mundo dispone en su casa de un despacho en el que poder aislarse de ruidos y distracciones, y no exagero al contar que más de uno terminó trabajando desde el cuarto de la lavadora. Buena prueba de ello son las hilarantes respuestas a este tuit cuya autora confesaba que le había tocado trabajar desde el pasillo de su apartamento, apoyada sobre el cesto de la ropa sucia.

Aunque a veces no quede más remedio que improvisar un poco, lo cierto es que tampoco hace falta contar con una habitación específica para montarnos la oficina en casa: basta con usar la imaginación y aprovechar bien el espacio del que dispongamos echando mano de alguna de estas propuestas.

Si nos cuesta encontrar el espacio necesario para colocar un escritorio convencional, la mejor solución puede ser un escritorio flotante plegable. Para quienes no quieran complicarse demasiado con la tarea puede valer simplemente la balda de una estantería bien anclada a la pared (ojo con esto, no olvidemos que tiene que ser capaz de soportar el peso de nuestro portátil y de otros materiales que podamos necesitar para nuestro trabajo).

¿Tienes algo más de espacio y quieres sacarle el máximo partido? Entonces busca una estantería de varios niveles que disponga de escritorio incorporado. De esta forma podrás tener siempre a mano y ordenados todos tus documentos. Si la estantería es lo suficientemente ancha y estable puedes usarla para dividir el salón en dos espacios distintos, en lugar de colocarla apoyada sobre una de las paredes.

Otra opción puede ser aprovechar la esquina de alguna habitación con un escritorio específico para ese lugar. Busca uno que tenga una superficie extraíble para colocar el teclado del ordenador y poder colocarte de esta forma a una distancia cómoda entre los dos extremos del escritorio. Y presta especial atención a la iluminación, ya que a menos de que la esquina quede cerca de alguna ventana, tendrás que colocar alguna lámpara de escritorio para no acabar trabajando a oscuras.

Aunque tengas espacio suficiente para una mesa de mayores dimensiones, siempre es buena idea mantener nuestro rincón de trabajo lo más ordenado y minimalista posible para evitar que el desorden termine apoderándose de él y causándonos más estrés del necesario. Los escritorios que ya incorporan soluciones de almacenaje y ganchos para colgar nuestros auriculares o nuestra mochila nos lo ponen fácil en ese sentido.

Y si de verdad ya no sabes dónde esconderte para poder trabajar con tranquilidad desde casa, ¡métete en el armario! Esta propuesta se lleva el premio a la más original sin lugar a dudas, y posee la innegable ventaja de que basta con cerrar las puertas del armario para que todo el desorden que hayas podido acumular en tu «oficina» desaparezca mágicamente de tu vista.

Imágenes: www.housebeautiful.com, www.ikeahackers.net