Truco para hacer un moño alto con media melena o pelo muy fino

Cortarme el pelo el año pasado fue un gesto de lo más liberador, aunque desde entonces he recibido en más de una ocasión mensajes de seguidores del blog diciéndome que echaban de menos mis tutoriales de trenzas, o preguntándome directamente si no tenía pensado volver a dejarme el pelo largo para hacerme los peinados que me hacía antes.

De momento las ventajas del pelo corto (o más bien media melena, que es lo que tengo ahora) son muchas más que las de la melena a lo Rapunzel que había llevado durante tantos años. Pero si hay algo que echo de menos es la capacidad de hacerme un moño rápido informal cuando quiero apartarme el pelo de la cara y conseguir que quede bien. Porque si ya era difícil conseguir que los recogidos me quedasen con volumen cuando tenía el pelo tres veces más largo, ahora directamente es misión imposible.

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Cómo limpiar y reciclar recipientes de velas

Aquí en Inglaterra me da la sensación de que mucha gente le tiene un poco de fobia a las velas hasta el punto de que incluso en algunos contratos de alquiler se menciona expresamente que está prohibidísimo usarlas en el piso o apartamento en cuestión. No les faltan motivos para preocuparse, porque la mezcla de fuego con paredes de madera y moquetas por todas partes les da razones de sobra para hacerlo.

Pero como el piso en el que estoy ahora no tiene alfombras ni moqueta —es lo primero que cambiamos antes de mudarnos— he recuperado la afición y he vuelto a usarlas para ambientar las habitaciones. Mis favoritas son las de Yankee Candle: aunque tienen un precio un poco más elevado que otras marcas me gusta la variedad de fragancias que tienen, que las velas arden muchísimas horas y que se van derritiendo de forma homogénea, por lo que se aprovecha hasta la última gota de cera. También suelo comprarlas en Marks & Spencer, sobre todo en Navidad porque suelen lanzar colecciones especiales y con olores dulces y originales por esas fechas.

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Peinado fácil: falsa mini trenza holandesa

Es habitual creer que solo cuando se tiene el pelo largo se pueden lucir peinados originales y diferentes cada día, cuando en realidad muchas veces una media melena suele ser mucho más manejable que una XXL en muchos sentidos. Durante los años que llevé el pelo a lo Rapunzel pasé más tiempo con la melena recogida en una simple coleta o moño deshecho que intentando hacerme esos sofisticados recogidos que veía en vídeos de Pinterest o Instagram.

Fue a raíz de pasar por la tijera cuando se me despertó la creatividad, quizá porque no me quedó más remedio que hacer uso de ella para mantener el pelo a raya con el calor estival. De momento no me he arrepentido de la decisión y solo veo las ventajas: tardo poquísimo en lavármelo y secármelo, y cualquier peinado en general me lleva la mitad de tiempo que antes. Leer Más

¿Nos carteamos?

Llevaba ya algún tiempo coqueteando con la idea de empezar una newsletter. Este blog siempre ha sido y será la niña de mis ojos, y pienso seguir posteando también de forma regular, pero hay ciertos temas quizá un poco más personales de los que no viene muy a cuento hablar aquí.

Porque no nos engañemos: aunque esos posts más íntimos que dejo escapar de vez en cuando tienen una audiencia reducida pero fiel, aquí la mayoría de la gente llega buscando la mejor forma de blanquear la goma de las Converse o de hacerse unas ondas de infarto sin usar herramientas de calor. Y no les culpo, algunos de esos trucos son una pasada, por eso los he publicado aquí. Leer Más

Cosas que no sabías que podías hacer con tu corrector de ojeras

Aunque por culpa de gracias a la pandemia he ido reduciendo mis rutinas de belleza hasta llegar a límites verdaderamente minimalistas, si hay un paso que no me salto ni para estar sola en casa es sin duda el del corrector de ojeras. A base de ser constante con los autobronceadores graduales consigo mantener más o menos a raya la palidez invernal lo suficiente como para no acabar volverme reflectante. Pero aunque un bronceado ligero ayuda a disimular las ojeras, en mi caso necesitaría ponerme del color de la Nutella para que las mías llegaran a desaparecer casi por completo. Leer Más