Poco importa que Desigual haga para la nueva temporada más de lo mismo, porque como me encanta, siempre es una alegría encontrar lo que ya son sus clásicos, renovados y adaptados a las nuevas temperaturas.La clave está en la dosificación, y en huir como de la gripe porcina del ‘total look’. Una sola prenda de Desigual tiene suficiente personalidad como para captar la atención de los transeúntes que se crucen contigo. Todo lo que sea pasarse de eso, te hará parecer un mercadillo ambulante.
Mis dos favoritísimos son este mini vestidito arco iris, a pesar de que casi parezca el uniforme oficial del Día del Orgullo Gay, y este abrigo. El corte de este último es el ya clásico de la casa, con cuello alto y abotonadura lateral, aunque me encanta el estampado, a modo de patchwork de fotos en blanco y negro.
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