A raíz de haber tenido que pasar tanto tiempo trabajando en pijama desde casa durante el 2020 (y parte del 2021) me encuentro con que muchas mujeres de mi entorno han adoptado una relación con el maquillaje y la cosmética que oscila entre estos dos extremos: o bien se han acostumbrado a verse más naturales y han simplificado sus rutinas hasta mínimos extremos, o se han entregado de lleno a la diversión y el glamour de los delineados llamativos y los labiales descarados en cuanto han tenido la excusa de volver a hacer vida social, ya sea en la oficina o fuera de ella.
Yo estoy más en el primer grupo que en el segundo, y aunque algunos días me animo con mi adorado Russian Red de MAC cuando tengo alguna videollamada, la verdad es que me cuesta durante las primeras horas no verme rara con un maquillaje intenso después de tanto tiempo de ir a cara lavada.
Más que dejar de usar maquillaje lo que me he propuesto es sacar provecho a los productos que ya tengo de todas las formas posibles antes de comprar otros, así que ando siempre investigando nuevas formas de aplicar cosméticos básicos para conseguir efectos diferentes. Y justo eso es lo que comparto en este nuevo Cosmoclip: una técnica para conseguir un efecto lifting y de pómulos más elevados únicamente con la ayuda de una brocha y nuestro colorete favorito.