El que esté esperando leer en este post una crítica rigurosa y aséptica del desfile de Maya Hansen ya puede ir probando a googlear el nombre de la diseñadora, o a teclear en la barra del navegador el título de alguna de las insignes cabeceras de moda de nuestro país que cubrieron la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Porque por mucho que yo lo intentara jamás conseguiría ser imparcial u objetiva con Maya, que ya desde aquel día en el que me probé un vestido corsé en su taller me conquistó de forma irremediable. Por si mi debilidad por el mundo de la corsetería no fuera más que suficiente, Maya se aleja de forma pendular con esta colección de aquella con la que Lady Gaga hizo sonar su nombre por todo el mundo, demasiado transgresora para mi gusto, y me mete en su bolsillo (si es que acaso hay sitio para bolsillos en esos corsés tan ajustados) con una serie de diseños en los que el glamour de las grandes divas de los años dorados de Hollywood se convierte en un irresistible denominador común.

A la hora de abordar la puesta en escena de este último desfile la diseñadora ha vuelto a demostrar su gusto por la integración del formato audiovisual mediante la proyección de montajes de vídeo en diferentes momentos del show. De esta manera logró crear expectación entre los espectadores antes de que la primera modelo, Juncal Rivero, pusiera un pie sobre la pasarela, que se convirtió durante los minutos que duró el desfile en la esencia de la 5ª Avenida de Nueva York. Lujo, fiestas y escaparates de los que invitan a soñar se adivinaban detrás de los trajes de noche y las siluetas New Look.

Diseños confeccionados en un verdadero abanico de tejidos lujosos que incluían terciopelos, mikados y tafetanes, y que estaban especialmente endurecidos con entretelas para lograr volúmenes estructurados. Los colores no podían ser más cautivadores, desde rojos granates hasta blanco y negro sobrio como base, pasando por verdes esmeralda, azules mezclados con negro, gris plata o tonos maquillaje.

Swarovski Elements volvió a encargarse de poner los destellos a estos vestidos tan cinematográficos que me hacían pensar en la Nicole Kidman de Moulin Rouge entonando The show must go on.

Ahora es el momento en el que vuelvo a reivindicar lo que ya he dicho en el título: ¡Quiero ver celebrities vestidas de Maya Hansen! A ver si pronto las de nuestro país se animan y las vemos posando de esta guisa en las próximas alfombras rojas.

Os dejo con una galería de fotos tanto del desfile, como de los momentos previos en el backstage.

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