Durante el mes de septiembre mis idas y venidas de Madrid a Logroño me han hecho recorrer la autovía A-1 más veces que en todos los meses que llevamos de 2012. Pero no importa cuántas veces pisemos los mismos kilómetros una y otra vez, siempre hay sorpresas que nos aguardan a la vuelta de la esquina, como este rincón a la altura de Segovia que descubrí en mi último viaje.
Normalmente uno no le pide a un restaurante de carretera nada más que una comida decente por un precio también decente. Si además te lo sirven rápido y los aseos están limpios puedes sentirte como si te hubiera tocado la lotería. Pero lo que uno no se espera es encontrar un lugar donde hasta el último detalle de la decoración está cuidado con tanto mimo como en el Área Boceguillas.
Una terraza preciosa, un recibidor con un encantador toque rústico y una cafetería que recuerda a un salón de té de inspiración británica nos dan la bienvenida nada más llegar. En la barra, pasteles, galletas y cupcakes nos tientan, protegidos por campanas de cristal al más puro estilo de las pâtisseries parisinas.
Si seguimos indagando un poco nos encontraremos con diferentes salones distribuidos en dos pisos en los que habitualmente se celebran bodas y otro tipo de eventos. De todos modos no hace falta casarse para degustar la especialidad de la casa: cordero asado en horno de leña.
Os recomiendo que si paráis allí os llevéis al menos un par de hogazas de su pan de aceite. Son hogazas bastante grandes, pero se mantienen en perfectas condiciones durante varios días. Yo las usé para hacer tostadas con mantequilla y mermelada para desayunar y aún me pongo a hipersalivar con solo recordarlo.
Y por supuesto no podéis marcharos sin antes echar un vistazo a su curiosísima tienda. No esperéis encontrar allí latas de Red Bull o cds de música hortera. La tienda del Área Boceguillas se parece más a una puesto de antigüedades del mercado de Portobello que a cualquier otra tienda que podáis encontrar al borde de una carretera.
Muñecas de porcelana, camisones de encaje y puntilla, preciosos teléfonos antiguos… No se trata de una tienda excesivamente grande, pero merece la pena curiosearla hasta el último rincón.
Si tenéis que viajar por la A-1 os recomiendo fervientemente que hagáis parada allí. Solo por ver un sitio diferente y tan mimado hasta el último detalle merece la pena. Podéis acceder al restaurante desde la salida 118 si viajáis en dirección Burgos, o la 115 si lo hacéis en dirección Madrid. Lo encontraréis abierto entre las 7.30 h. y las 22.30 h.








¿Charlamos sobre esto?