Hace algún tiempo que no publicaba posts con looks míos y el motivo es puramente práctico: tengo en España el 80% de mi armario, y las cosas que me he ido comprando en Inglaterra han sido sobre todo, más que prendas de tendencia, básicos todoterreno de esos que se combinan entre sí y con la ropa que me había traído sin tener que pensarlo demasiado. Vamos, que en cualquier momento llega la policía de la moda y lo mismo me quitan el título de fashion blogger. Y si a eso además le sumamos que —como Torquay está llenito de cuestas— me he dejado todos mis tacones en Logroño, pues igual me quitan incluso el derecho de seguir llamándome la bruja con tacón de aguja. ¡Y con toda la razón del mundo! 

Desde que llegué aquí la comodidad ha sido mi prioridad hasta tal punto que mi uniforme diario se basa en leggings y zapatillas deportivas prácticamente a todas horas, con algunas concesiones un poco más formales alguna vez que he salido a cenar a algún sitio un poco más elegante de lo habitual. Y aunque intento mantenerme dentro de una línea minimalista para no volver a acumular más cosas de las que realmente necesito, de vez en cuando también me doy algún capricho como esta preciosa sudadera rosa de Siroko con capucha oversized que se ha convertido en una de mis prendas favoritas de esta primavera.

Mi fondo de armario actual se limita a pocos colores —negro, gris, rosa palo y azul Klein— que sé que me quedan bien y que son muy fáciles de combinar entre sí. Una de las prendas clave de mi guardarropa durante todo este invierno han sido mis leggings de cuero de Calzedonia, y pienso seguir sacándoles partido prácticamente todo el año porque aquí las temperaturas son suaves incluso en verano. Me gustan mucho porque la parte trasera es de tejido elástico, por lo que se adaptan perfectamente a las piernas. Y puedo ponérmelos tanto con sneakers como en este look, como con botines si quiero un estilismo menos deportivo.

La mochila de tachuelas es de L.CREDI y fue una de las pocas compras que hice durante la temporada de rebajas después de Navidad. Hay días que no me apetece quedarme en casa trabajando y aprovecho para hacerlo desde alguna de las cafeterías del centro, así que me toca llevar encima el iPad y demás gadgets y bártulos, y con tantos trastos los bolsos suelen acabar dándome dolor de espalda.

Las zapatillas que llevo son las Adidas NEO en ante negro y las gafas de sol, al igual que la sudadera, son de Siroko y seguro que ya me las habréis visto en más de una ocasión en mis Stories de Instagram si pasáis por allí porque no me separo de ellas desde que me llegaron a casa. ¡Me encanta el tono rosa empolvado de acabado mate de la montura!

No os imagináis las ganas que tengo ya de verano para cambiar las cafeterías del centro por las mesitas de madera del parque que hay al lado de mi casa. Seguro que en cuanto suban un poco los termómetros van a ser el sitio perfecto para sentarme tranquilamente a escribir.