Del mismo modo que ocurre con Elie Saab, cuando uno ve una colección de Marchesa empieza a pensar de forma ineludible en alfombras rojas y en quiénes serán las estrellas cinematográficas tan afortunadas como para posar delante de miles de fotógrafos envueltas en tan suntuosas creaciones.
Por mucho que digan que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, en mi humilde opinión creo que si la seda (o el raso en el caso) es de la colección de Marchesa para el próximo otoño la cosa puede cambiar bastante. Puede que una no se convierta en una diosa solo por lucir uno de estos vestidos, pero la sensación debe de ser de lo más parecido.
Aunque hablar de Marchesa es hablar de volúmenes barrocos, cinturas marcadas y escotes voluptuosos, en esta ocasión Georgina Chapman y Keren Craig han sabido darle el contrapunto masculino perfecto a sus diseños mediante la exaltación del cuello camisero. Cuellos que decoran la parte superior de sus vestidos, que ellas han convertido en blusas transparentes de mangas bishop.
Un cuadro de Maria Teresa de Vallabriga pintado por Goya ha sido la inspiración para crear esta colección que deja traslucir el sabor español en los tejidos bordados, en los brocados y en la gama cromática, en la que destacan el negro y el burdeos.
Si me perdonáis la broma os contaré en confidencia que al ver estos tres diseños de corte desestructurado, sobre todo el burdeos y el gris, no pude evitar pensar en ese vídeo de Youtube de Cómo hacerte un vestido con una camisa masculina. Aunque el resultado no tiene mucho que ver, claro está. 😉
Creo que sí! Te tienes que sentir como una diosa!
Love, Irenestylelife!
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Me encanta! Y el toque del cuello camisero está genial 😉
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