No pensé yo cuando escribí aquel post sobre Los zapatos más terroríficos de la historia de la moda que el tema daría también para escribir aquello de Zapatos para regalarle a tu peor enemiga, y mucho menos para añadirle a este último una segunda parte. Pero aquí estamos.

Muchos zapatos podrían considerarse perfectamente instrumentos de tortura atendiendo simplemente a la altura del tacón. Pero los que vais a ver a continuación no solo son un sufrimiento para quien los lleva, sino también para el que los mira. Algunos cometen tal atentado contra el buen gusto que pueden incluso llegar a crear traumas. Que quede claro que no asumo ninguna responsabilidad al respecto. 

Puedo ser condescendiente con el intento de pragmatismo de quien creó las botas que veis sobre estas líneas, creyendo que de verdad las mujeres preferíamos llevar el móvil y la cartera ahí en lugar de en un bolso bonito. Pero las sandalias con pelo y dientes de animal o las plataformas con coletas sintéticas en los talones están al otro lado de una línea que solo Lady Gaga debería atreverse a cruzar. Eso por no hablar de las aletas con tacón, ¿en qué estaba pensando Paul Schietekat cuando se le ocurrió tal desvarío? Quizá pensaba que triunfaría como una actualización del arreglá pero informal en versión playera.

Queda poco para el Día de los Enamorados (lo sé porque tengo el buzón de mi cuenta de Gmail inundado de notas de prensa de todos los que creen que su producto es el más indicado para regalar en estas fechas). Ficha estos zapatos y en un acto de desinterés y altruismo regálaselos a la nueva novia de tu ex. Nota importante: acuérdate de poner el nombre de tu ex en el remite seguido de muchos corazoncitos.