Se ve que debo de estar haciéndome vieja porque últimamente me encuentro con que veo más tendencias de moda contra las que despotricar que tendencias que abrazaría sin pensármelo dos veces. Hace nada os contaba que desde mi humilde opinión el tema de las sneakers monstruosas se nos había ido de las manos, pero cuando parecía que la cosa no podía ir a más hizo su entrada en escena la moda de las sandalias monjiles y las chanclas piscineras.
Un día andaba yo curioseando por ASOS cuando vi en la home un banner que decía que las sandalias sliders (las chanclas piscineras de toda la vida) esta primavera son lo más de lo más, y que lo más cool es llevarlas incluso con vestidos.
Dividida entre el horror y el morbo de deleitarme en lo grotesco no pude evitar la tentación de hacer click en el enlace, solo para descubrir que en lo que a tendencias esperpénticas se refiere la cosa siempre puede ser peor. Y es que estas son sin lugar a dudas ese tipo de sandalias que te avergonzarás de haber llevado dentro de unos años.
Si te atreves con ellas dentro de unos años te verás escondiendo todas las fotos del verano de 2014 para que tus hijos no se rían de ti. Porque para ellos, verte con estas sandalias patrimonio del total look monja carmelita será tan embarazosamente ridículo como cuando tú te encontraste por primera vez con esas fotos en blanco y negro de tu padre llevando unos pantalones de pata de elefante.
Y el siguiente paso de esta tendencia, ya lo estoy viendo, será llevar las susodichas sandalias con calcetines ribeteados de encaje, todo es cuestión de darles algo de tiempo a las egobloggers más osadas. Ay que ver, con lo que se reían los adolescentes de mi Córdoba natal de los guiris que paseaban por la Mezquita con sandalias y calcetines y ahora resulta que esto es lo más de lo más.
Si quieres mi consejo, por mucho que te tiente la comodidad de esta tendencia aprende a resistirte. Hazte ese favor. Tienes otras alternativas que no te exigen sacrificar tu dignidad, como bailarinas, sandalias monas, zapatillas Converse o hasta algunas sneakers si me aprietan mucho las tuercas. Y las sliders nada de llevarlas con vestiditos minimal como dicen los de ASOS: solo en la piscina y cuando no quede más remedio.
El estilo guiri ha hecho mucho daño a la moda…. yo de eso veo mucho por mi pueblo. Sandalias más calcetín es igual a dolor a la vista. Y el estilo sandalia abuelita de pueblo es muy fuerte… un saludo!!
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Sí, parece que hay una crisis creativa en la industria de la moda y que la única forma que se les ocurre a las marcas para salir de ella es llamando la atención con cosas como esta…
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Son horripilantes!! No me gustan nada, son feas y sientan mal, no entiendo como se pueden poner de moda!! Comparto tu entrada en mi FB, me ha encnatado 😉
Un beso
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Muchísimas gracias por compartir el post! 🙂
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Pues mi abuela tiene que ser la más trendy y la más cool de la residencia, porque las sandalias monjiles ella las lleva desde hace años y las combina con vestidos de flores (tipo mantel, todo sea dicho). Vamos, que es la musa de ASOS por lo visto!! Se lo diré que seguro que le hace mucha ilusión a la mujer.
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¡Díselo! ¡Dile que es una «trendsetter»! 😀
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