Ya os contaba la semana pasada en mi colaboración con la sección Cosmojurado de bloggers que mi chico y yo no somos muy de celebrar San Valentín en el sentido más convencional. No nos gusta demasiado eso de tener que intercambiar regalos porque lo dicte una fecha determinada, preferimos sorprendernos cualquier otro día aleatorio del año. Y tampoco nos hace demasiada gracia lo de intentar conseguir mesa para dos para una cena romántica justo el día de todo el invierno que más abarrotados están la mayoría de nuestros restaurantes favoritos.
Pero eso no quita que me parezca maravilloso que haya un Día de los Enamorados y que incluso lo disfrute desde la distancia. Cualquier excusa es buena para celebrar el amor, y me resulta muy divertido ver los blogs y redes sociales cargados de corazones rojos y de mensajes llenos de cariño. Por eso no quería dejar pasar la oportunidad de escribiros estas líneas para desearos un muy feliz San Valentín. Tanto si lo pasáis en pareja como si lo pasáis en compañía de vuestros amigos, vuestra mascota, o incluso de Netflix y una pizza, recordad que no se puede querer a nadie sin antes quererse bien a uno mismo. Así que trataos con la debida auto indulgencia y, como dice esa cita que pulula por internet, pedid el vino y comeos el maldito chocolate, que la vida es corta. 😉
Y, si aún no lo habéis hecho, pasad por el sorteo de Wahl que estoy haciendo por San Valentín y participad. Tenéis hasta mañana inclusive para hacerlo.