Compré mi Nikon D3100 hace seis años, cuando empecé a publicar fotos de street style en el blog de Primeriti. Sé que no está considerada una cámara profesional, sino más bien de entrada, pero el esfuerzo económico que me supuso su compra en aquel momento, algo más de 600€, hizo que me propusiese sacarle todo el partido posible a mi primera réflex digital —ya había tenido antes una analógica—.
Siempre que podía salía con la cámara al hombro, no solo para buscar looks para la sección de street style. Y obviamente la usaba para hacer todas las fotos de productos o de mis propios outfits que publicaba en este blog.
Y aunque durante estos últimos años he tenido varios móviles que sobre el papel prometían que me iban a hacer olvidarme la réflex en casa, parecía que ese momento no terminaba de llegar del todo. Hasta ahora.
Desde la pasada primavera el Huawei P10 se ha convertido en mi inseparable compañero, y él ha sido el responsable de que mi pobre Nikon haya pasado todo el verano en el más ignominioso de los olvidos.
Ojo, que no estoy diciendo que un fotógrafo profesional pueda todavía sustituir su cámara principal por ningún móvil a la hora de trabajar, pero sí que el Huawei P10 puede ser la opción a tener en cuenta para los aficionados a la fotografía digital que quieran unos resultados mucho mejores que con la mayoría de las compactas, y con la ventaja añadida de estar integrada en un dispositivo que llevamos siempre en el bolsillo y que nos permite editar y publicar las imágenes sobre la marcha.
Además, esta cámara dual firmada por Leica se adapta a todos los niveles de destreza de su dueño: nos permite conseguir buenos resultados disparando en automático si somos novatos, pero también nos da el control manual sobre todos los ajustes si ya tenemos un poco de experiencia y queremos controlar un poco más el resultado.
No voy a entrar a hacer un análisis en profundidad sobre las cámaras del Huawei P10 porque a estas alturas ya hay muchos publicados en blogs especializados en la materia. Solo voy a dejar que las imágenes hablen por sí solas de lo que este maravilloso sensor monocromático de 20 megapíxeles puede hacer.
Os dejo también un par de fotos para que veáis cómo se comporta el sensor RGB de 12 megapíxeles en situaciones con una iluminación un poco más complicada…
…y otra de un selfie hecho con la cámara delantera de 8 megapíxeles utilizando el modo vertical o modo retrato.
Mi P10 se ha convertido en mi cámara habitual, tanto para las fotos que publico en el blog como para las que comparto en redes sociales, por ejemplo en mi perfil de Instagram. Yo solo soy una aficionada a la fotografía digital, y aún así disfruto como una enana experimentando y poniendo a prueba todos los modos y distintas configuraciones de la cámara. Pero me imagino que un fotógrafo profesional será capaz de conseguir imágenes absolutamente maravillosas con el Huawei P10.
Me gusta mucho tu retrato. Para mi es una de tus mejores fotografías. Especialmente me gusta tu mirada, el lenguaje sereno de los ojos llenos de vida, inteligencia y sabiduría. William Shakespeare dijo que “la mirada es el lenguaje del corazón”. El tuyo es muy bueno. Abrazo.
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¡Millones de gracias por el cumplido, me vas a sacar los colores! ¡Un beso enorme! 😄
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Hola!
Fenomenales fotografías,yo también soy aficionado y aunque tampoco experto.
Tus fotos son muy bonitas tanto técnicamente cono a nivel de composición.
Se nota que llevas tiempo haciendo fotos.
Me encanta tu trabajo y te sigo hace tiempo.Un fuerte saludo.
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¡Hola, Rafael!
Muchas gracias por pasar por aquí y por comentar. 🙂
Me alegro mucho de que te hayan gustado las fotos, no soy ninguna experta pero me lo paso genial haciendo fotos y editándolas. 😀
Muchas gracias por el cumplido y espero leerte por aquí pronto.
¡Un abrazo!
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