Si hay un momento en el que resulta crucial prestar toda la atención posible a nuestra imagen es sin duda a la hora de afrontar nuestra entrevista para conseguir un nuevo trabajo. Como es muy fácil cometer ciertos errores en este tipo de situaciones, he querido hacer un pequeño recopilatorio con los que para mí son los consejos esenciales a tener en cuenta antes de sentarnos frente a un entrevistador.
Desde mi punto de vista, lo primero que debemos hacer es recabar toda la información posible sobre la empresa que ha decidido publicar ofertas de empleo. Lo ideal sería poder hacer una visita a las instalaciones de la misma unos días antes de nuestra entrevista para comprobar la etiqueta que siguen el resto de empleados en lo que a vestimenta se refiere. Si no nos es posible ir en persona antes de la entrevista siempre podemos tirar de internet e investigar por ejemplo los perfiles sociales de la empresa para familiarizarnos con su filosofía y descubrir la mejor forma de adaptarnos a ella.
A la hora de elegir nuestro look para ese día es importante dejar un poco en segundo plano nuestro estilo personal si vemos que no encaja con lo que buscan. Siempre tendremos tiempo de encontrar un punto intermedio entre lo que nos gusta llevar a diario y el dress code de la empresa una vez que hayamos conseguido el puesto de trabajo. Pero hasta ese momento, mejor no arriesgar.
Supongo que es de sentido común, pero no está de más recordar que, aunque siempre hay que proyectar una imagen personal impecable, nuestro aspecto cobra especial importancia si estamos optando a un puesto de atención al cliente en el que estaremos de cara al público, o por ejemplo haciendo una entrevista para una empresa del sector belleza.
Obviamente no nos vestiremos igual si nos presentamos a una oferta que dice se necesita peluquero que a una que diga se necesita recepcionista para hotel de 4 estrellas. Los dos son puestos de cara al público, pero en el primero podremos permitirnos quizá un toque más creativo a la hora de elegir nuestro outfit. En cualquier caso y ante la duda siempre es mejor pecar de ser demasiado clásico que caer en el extremo contrario.
La elección de las prendas para el día de la entrevista vendrá determinada según nuestra visita previa a la empresa o lo que hayamos podido averiguar sobre ella. Mejor no abrigarse en exceso para que la calefacción del recinto no nos juegue una mala pasada. El clásico traje de dos piezas siempre es una apuesta segura, y podemos modernizarlo un poco y adaptarlo a nuestro estilo jugando con los accesorios que completen el look, aunque evitando que sean demasiado llamativos.
El calzado debe ser cómodo y permitir que nos movamos con seguridad, así que mejor dejar los tacones de aguja para otra ocasión. Y no importa que sea verano o haga calor: llevaremos siempre zapatos cerrados.
En lo que a aseo personal se refiere, cuidaremos que nuestro pelo este limpio y peinado de forma natural y sencilla. Si lo vamos a llevar suelto, mejor alisarlo. Si no, mejor una coleta baja o algún semi recogido relajado, procurando que la cara quede despejada.
Las manos son nuestra carta de presentación, así que llevaremos las uñas limpias y no demasiado largas. Los esmaltes de uñas transparentes o en tonos nude son perfectos para este tipo de ocasiones.
Cuidado con los perfumes demasiado intensos e intrusivos: mejor agua de colonia fresca y ligera, y en poca cantidad. No es mala idea llevar toallitas húmedas y un desodorante de tamaño viaje en el bolso por si acaso tuviéramos que refrescarnos un poco antes de entrar a la entrevista después de un azaroso viaje en transporte público.
Aunque la persona que nos entrevista ya tenga nuestro currículo, no está de más llevar un pequeño dossier impreso con muestras de nuestros últimos trabajos y nuestra trayectoria profesional resumida de forma interesante y atractiva.
¿Qué os parecen estos consejos a la hora de enfrentarnos a una entrevista de trabajo? Si tenéis también algún consejo que compartir o algún truco que os ayude a superar los nervios al enfrentaros a una entrevista de trabajo me encantaría que me lo contáseis en un comentario.
Estoy de acuerdo con tus comentarios. Yo siempre tengo dudas con un punto: yo no me maquillo nunca para ir a trabajar, y cuando tengo que hacer una entrevista de trabajo siempre dudo acerca de si debo maquillarme o no,… Lo mismo me pasa con los zapatos, que siempre los suelo llevar planos (muchas veces tipo bailarinas), y en cambio en las entrevistas dudo si ponerme tacón.
Al final acabo optando por ser lo más «yo» posible, porque los nervios propios del momento ya se encargan de matizar negativamente mi personalidad…
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Respecto al maquillaje para las entrevistas, menos es siempre más. Lo suyo es llevar un look lo más natural posible: corrector de ojeras si hace falta, una base no demasiado gruesa, máscara de pestaña y alguna barra nude para que los labios se vean hidratados. ¡A menos que la entrevista sea para trabajar para una marca de cosmética, claro está!
Respecto a lo de llevar bailarías, mi truco está en elegir aquellos modelos que tienen la punta ligeramente afilada. De este modo se estilizan las piernas aunque no llevemos tacones, y el conjunto del look se ve más arreglado y elegante que cuando llevamos bailarinas de punta redonda, que pueden resultar a veces un poco infantiles según el resto del outfit. 🙂
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Muy interesantes tus recomendaciones. Además de para ver la vestimenta, creo que también es interesante ir al lugar de la entrevista previamente, para evitar retrasos, pues muchas veces cuesta encontrar el lugar de la entrevista y si vamos con el tiempo justo, nos ponemos supernerviosos. Por eso es muy recomendable saber exactamente donde es el lugar de la entrevista, pues a veces como son Edificios muy grandes, nos cuesta encontrar el lugar concreto y si vamos con poco tiempo, nos ponemos muy nerviosos.
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¡Muchas gracias por el consejo, Paco!
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