Estoy casi segura de que hablo en nombre de muchas novias cuando digo que lo peor de la boda es cuando ya ha pasado el gran día, ya has vuelto de tu luna de miel, las aguas de la rutina vuelven a su cauce y en lugar de disfrutar de la ansiada tranquilidad te descubres a ti misma echando de menos el estrés y la emoción de organizar hasta el más mínimo detalle de la boda de tus sueños.
Mientras andaba con los preparativos para la mía me sentía con todo el derecho del mundo de dejar de hacer cualquier cosa que estuviera haciendo en el preciso momento en que una nueva newsletter de Pronovias España o de alguna otra firma de moda nupcial aterrizaba en mi bandeja de entrada: la búsqueda del vestido perfecto era la excusa ineludible para pasarme un buen rato viendo todos los catálogos online que estuvieran a mi alcance.
Como ya no tengo motivos para seguir buscando imágenes inspiradoras al respecto en Pinterest, me había propuesto aprovechar el fin de semana para hacer un poco de limpieza en mi perfil y borrar algunos de los tableros que había ido haciendo mientras preparaba la boda. Y entre ellos me he encontrado con uno que empecé cuando aún no teníamos claro el tipo de celebración que queríamos, y nos planteamos la posibilidad de celebrar una boda navideña aquí en Inglaterra.
Que conste que ya mucho antes de Frozen a mí me fascinaban muchísimo los looks de novia de estilo Reina de las Nieves: pocas cosas aportan tanto glamour a un vestido como una buena estola.
Las capas a lo Elsa pueden dar un toque majestuoso y teatral a los vestidos de silueta de tipo columna y se convierten en una alternativa igual de espectacular —pero mucho más cómoda— que el clásico velo.
Pero no es imprescindible ir de largo para lograr un look de princesa invernal: los detalles de pedrería entrelazada en delicados juegos geométricos también pueden ayudarnos a conseguir el efecto sutil de los copos de nieve, como en estos dos vestidos de novia cortos de Pronovias de las imágenes.
Aunque estoy muy contenta con cómo resultó mi boda navegando por el Mediterráneo, creo que una boda navideña también hubiera sido una opción muy alegre y romántica.
Me gustaba mucho la idea de poner una barra de chocolate caliente y donuts y las mesas decoradas con adornos de Navidad, y aún sigo fantaseando con una tarta nupcial inspirada en las clásicas galletas de jengibre.
¿Qué os parece la idea? ¿Conocéis a alguien que haya celebrado así su boda?