La trenza holandesa es uno de esos peinados que hace suspirar a las aficionadas a las trenzas. Es una opción más que perfecta tanto para ir a trabajar como para salir a cenar, o incluso para entrenar en el gimnasio sin que el pelo nos moleste.
Además tiene la ventaja añadida de que, al estar el trenzado a la inversa, la trenza queda en relieve y parece mucho más gruesa. Algo que las que tenemos el pelo muy fino agradecemos mucho.
El principal inconveniente es que, si ya resulta bastante difícil hacerse una misma una trenza de raíz convencional, hacerse una trenza holandesa puede convertirse en una verdadera misión imposible. A mí no se me da mal hacérsela a otra persona, peo cada vez que he intentado hacérmela yo los resultados han sido bastante penosos.
Por eso me entusiasmó tanto descubrir que hay una forma de hacer trampas y conseguir prácticamente el mismo resultado con la mitad del esfuerzo, con una falsa trenza holandesa mucho más fácil y rápida de hacer. Y eso es justo lo que os enseño esta semana en mi nuevo Cosmoclip.
Y a propósito de trenzas, hoy he ido a hacerme la manicura a un establecimiento de la calle Pez en Madrid y una de las dependientas que es una apasionada de las trenzas —y una verdadera manitas— me ha hecho en un momento esta que ya os había enseñado en mi cuenta de Instagram:
Me hubiese gustado grabarla mientras me la hacía, aunque de todos modos me da la sensación de que no es uno de los peinados que podría hacerme yo sola. 🙂







¿Charlamos sobre esto?