Mucho antes de que Alessandra Ambrosio desatara la fiebre de la velaterapia al desvelar que era su secreto para mantener a raya las puntas abiertas, ya había en Madrid un peluquero que usaba el fuego para dar forma a las melenas de sus clientes. Se trata de Alberto Olmedo, que lejos de conformarse con pasar una tímida vela por las puntas abiertas, se atreve incluso a hacer un corte a capas a golpe de soplete.
Una técnica no apta para las más aprehensivas, aunque tampoco se quedan atrás en lo que a emoción se refiere los cortes que el peluquero hace empuñando dos katanas o hasta seis tijeras al mismo tiempo.
Vi un reportaje sobre él hará algo más de año y medio, y recuerdo que en aquel momento me apeteció dedicarle un post por si alguno de vosotros no lo conocíais, pero lo dejé pasar y al final me olvidé del asunto. Esta semana me ha vuelto a llegar a través de Facebook y he querido rescatar el vídeo de ese pequeño reportaje.
Creo que ver trabajar a este hombre debe de ser un verdadero espectáculo, pero no tengo del todo claro si dejaría mi melena a merced de estas técnicas tan poco ortodoxas. Aunque hay que decir a su favor que sus clientas parecen muy contentas con los resultados.